La edad que he puesto de recomendación es puramente orientativa pero dependerá de lo que diré en adelante.
Antes de hacer la crítica de este libro quiero decir que el mayor o menor placer en su lectura dependerá del grado de adicción que se tenga a las novelas de Tolkien.
Es la historia fundamentalmente de Túrin, uno de los Hijos de Húrin. La maldición de Morgoth que recae en la persona y los descendientes de Húrin, envuelve a Túrin y le lleva a tener que abandonar su casa y a su madre para esconderse entre los elfos a la temprana edad de los nueve años.
Pero Túrin es un hombre inquieto y quiere rebelarse contra su destino lo que le llevará a abandonar la protección de los elfos, donde ya se había hecho un nombre como "matador" de orcos y salir en busca de su familia.
Esta huída se hace cada vez más complicada. Al principio liderará una banda de proscritos que se dedican a la rapiña y poco a poco irá haciendo la guerra por su cuenta.
Marcará un giro en su vida la lucha contra Glaurung el dragón al servicio de Morgoth. Este le lanzará un hechizo que le volverá ciego ante su destino. Pretenderá liberarse de ese destino encarnizando aún más su odio hacia los orcos y quien los dirije.
Pero la maldición le perseguirá haciendole infeliz a él y a todas las personas que se le acercan. No adelantamos nada del final porque el lector tendrá que llegar a él recorriendo paso a paso el tortuoso viaje del protagonista.
Antes de hacer una valoración del libro quiero posicionarme en cuanto a mi afición Tolkiniana.
Hay personas que disfrutan con las canciones que introduce Tolkien en sus relatos, que se han aprendido todas las genealogías y mapas de la tierra Media y que, incluso, llegan a chapurrear el lenguaje escondido tras las runas élficas. Vaya por delante decir que a esas personas les va a encantar este libro.
Yo he disfrutado con la lectura y reelectura del Señor de los Anillos y El Hobbit, pero soy de los que, a la hora de leerlos, me saltaba las canciones y no pretendía conocer el largo linaje que se escondía detrás de cada uno de los personajes o los detalles nimios de la localización de las distintas escenas en los mapas.
Por este motivo, este libro no lo he disfrutado tanto, ni mucho menos, como los otros dos clásicos de Tolkien.
En "Los Hijos de Húrin" son interminables las referencias al linaje de los protagonistas. Los nombres llegan a hacerse irreconocibles después de introducir en cada uno tres o cuatro variantes (en algunos casos más). Se hace muy pesada la continua localización geográfica de todas las referencias a lugares tengan o no que ver con la historia.
El personaje principal se hace un poco repulsivo por su exceso de orgullo que acaba por fagocitar a todas aquellas personas, buenas o malas, que se acercan a él.
Es, no obstante, una lectura recomendable siempre y cuando uno se encuentre en un momento de "alta", porque si está de bajo es preferible que espere a otro momento si no quiere caer en la depresión. Todo sale mal, el destino persigue a Túrin, hijo de Húrin, hasta acabar con él y todos sus seres queridos.
Soy consciente de que muchos Tolkinianos serían capaces de crucificarme por esta crítica... pero ese es mi punto de vista y, pienso, que no seré el único.