Editorial Alfaguara. Octubre de 2017. 292 páginas. De 15 años en adelante.
Los cuatro hermanos Fairbairn huyen con su madre de Inglaterra para esconderse en la antigua casa de su madre en los Estados Unidos. Huyen de la memoria de su padre, un terrible criminal, que ahora está en manos de la policía y que ha dejado manchado su apellido en aquel país.
De hecho, una de las primeras cosas que hacen al llegar de su largo viaje es tomar el apellido de su madre, Morrowbone, como anunciaban las grandes letras de hierro encima de la vieja cancela que daba entrada al caserón familiar que se encontraba en un bosque y lejos de todo.
Pero la madre de los chicos está gravemente enferma y, a pesar de los esfuerzos que hace por vivir y evitar una nueva tragedia en su familia, acaba por encontrar la muerte en su propia habitación. Sus hijos son los únicos testigos de esta triste separación.
Jack, el hermano mayor, aún no ha cumplido los 21 que es cuando llegaría a la mayoría de edad legal que le permitiría hacerse con la custodia de sus hermanos. Quieren evitar a toda costa que el estado se tenga que hacer cargo de ellos con la casi asegurada separación de los hermanos.
Deciden mantener en secreto la muerte de su madre por lo menos hasta el 23 de diciembre de 1969 cumpleaños de Jack. Pero no va a ser fácil evitar las sospechas en el pueblo. Aún tienen que resolver con el abogado del pueblo todas las cuestiones legales que aún faltan para hacerse con la propiedad de la casa pues contaba, además de con su madre, con otros herederos legales.
Por si las cosas no estaban ya suficientemente complicadas, el encerramiento en esa vieja casona va minando la moral de los chicos y aparecen los miedos y fantasmas que han estado siempre presentes en sus vidas mientras convivían con su padre. El pequeño Sam asegura que ha visto un fantasma en uno de los grandes espejos de la casa. Sus hermanos mayores se ven en la obligación de tapar todos los espejos para que Sam se sienta más seguro. Pero, la verdad, es que es innegable que no todo lo que sucede se explica con la pura imaginación del pequeño. Hay cosas que no cuadran. Extraños ruidos y esa escalofriante sensación de una presencia misteriosa que vigila constantemente todos sus movimientos, no se explican solo con los miedos del pequeño: ¡son reales!
Una historia contada de un modo ágil. Hay suficientes ingredientes como para que no se haga pesada una narración que, sobre todo, es introspectiva, psicológica, pero que no le falta tampoco abundante acción.
Una lectura recomendable para aquellas personas que disfrutan con las novelas de terror.
Esta novela ha sido llevaba al cine con éxito. El autor es un conocido guionista de películas como "El orfanato" estrenada en 2007 y que cosechó un Goya al mejor guión.
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