
jueves, 1 de mayo de 2008
Los Seis Signos de la Luz (Susan Cooper)

sábado, 26 de abril de 2008
Donde Vuelan las Águilas (Miguel Luis Sancho)

Cecilia Ruiz, una inquieta adolescente de doce años, acaba de ver un águila volar a través de los enormes ventanales de la clase. Sus compañeros de curso leen en silencio bajo la atenta mirada de Fernando, el estricto profesor de Lengua.
¿Qué hace un águila sobrevolando el mismo centro de la ciudad? ¿Hacia dónde se dirige? ¿Estará perdida? ¿Qué es lo que busca entre las antenas y los tejados de las casas?
Todas esas preguntas se las formula la protagonista, mientras se propone a sí misma encontrarla. Todavía desconoce por qué, pero siente la necesidad acuciante de resolver el enigma que se ha presentado de improviso en su vida. Desde entonces la búsqueda del águila se convertirá en una obsesión, que le deparará muchas sorpresas. Algunas dolorosas; otras, por el contrario, llenas de esperanza.
Mientras tanto, en casa, las cosas no le van muy bien a Cecilia. Existe un secreto guardado en la familia que le hace sufrir. Como el águila que ha contemplado en el colegio, Cecilia tendrá que luchar por remontar el vuelo, afrontar lo desconocido y abandonarse a la providencia o al azar.
Con esta novela de carácter simbólico, Miguel Luis Sancho (Madrid, 1968) se adentra por primera vez en la narrativa juvenil. Quizá lo que más llame de su argumento sea la originalidad. La naturalidad y sencillez con la que aborda un tema tabú en la sociedad, alejado de los tópicos al uso.
Toda la novela está narrada desde el punto de vista de una muchacha de doce años. Sin embargo, el autor consigue un estilo directo y cuidado, de amena lectura, casi poético en algunos momentos, que sorprenderá por su fuerza emotiva y verosimilitud.
En definitiva, Donde vuelan las águilas es una novela juvenil que no defraudará a aquellos adolescentes, que tengan alguna inquietud o ganas de ir un poco más allá de lo que la vida cotidiana ofrece.
La obra nos invita a mirar hacia lo alto, y a volar.
Julio César Romano
viernes, 25 de abril de 2008
Elliot y el Retorno de las Momias (Joaquín Londáiz Montiel)

Es la tercera entrega de la saga dedicada a Elliot Tomclyde, el aprendiz de mago. Si has leído los otros títulos (Ellot Tomclyde y E. T, y el Limbo de los perdidos) no te extrañará que la portada de este sea roja. Sí esta vez será el turno del fuego.
En el Cairo dos agentes sufren un ataque por unas momias, la sociedad está alarmada y los periódicos no hacen otra cosa que publicar sobre estos extraños hechos.
Este verano Elliot, que está con sus padres en casa, recibe una carta de Eric, su mejor amigo, invitándole a pasar una vacaciones en el bosque. Cuando ya están allí, después de unos días, al padre de Eric le surge un trabajo y se tiene que ir. En ausencia de los padres, por la noche, los Trentis le roban a Elliot su piedra de la Luz y tiene que ir a recuperarla. Al día siguiente se llevarán una sorpresa con los Trentis pero consiguen escapar. Este año le tocará cursar en Blazebitch, y el lector se va a llevar unas cuantas sorpresas.
martes, 22 de abril de 2008
El Caldero Negro ( Lloyd Alexander)

Es el segundo tomo de las Crónicas de Prydain (primer título es El Libro de los Tres).
La historia comienza cuando Taran estaba en la pocilga de Hen Wen y un jinete le mandó que le dijese dónde estaba Dallben su maestro. Sus modales no eran muy amistosos ya que se dirijió a él llamándole Cara Puerco.
Por lo visto se trataba del príncipe Ellidyr, hijo de Pen-Llarcau. Cuando se resolvió el asunto entre ambos Taran vió que habían llegado aún más jinetes y que muchos resultaban ser también príncipes y reyes. Entre ellos estaba Gwydion. Todos venían a formar parte de un consejo que presidiría su maestro el hechicero Dallben, y él mismo estaba invitado a formar partel.
El objetivo era destruir el caldero con el que Arwan convertía los cadáveres en unos engendros inmortales. Él mismo tendría que ir, cosa que le atraía mucho, pero tendría que ir con Ellidyr con el que había tenido un encuentro no muy afortunado y eso ya le apetecía menos.
Cuando llegan a Annuvin, ven que el caldero no está allí y se tienen que ir a Caer Caldarn, pero durante el viaje descubren el paradero del caldero por lo que tendrán que internarse en las peligrosas ciénagas de Morva...
Ver video dibujos animados del Caldero Negro (Crónicas de Prydain):
domingo, 20 de abril de 2008
El Negociador (Frederick Forsyth)
En 1989, el final de la guerra fría aguarda la mayor crisis. El Presidente Norteamericano Comark y el Presidente del PCUS Gorvachov comienzan a acercar posturas entre ambos países para una mejor convivencia. Para ello es imprescindible un desarme a gran escala.