Editorial Siruela. Publicado en diciembre de 2011. 176 páginas. A partir de los 14 años de edad.
Cuando Lucy y su hermano Jamie deciden visitar a su padre en Phoenix no pensaban que las cosas se podían complicar tanto.
Lucy tiene catorce años y su hermano dieciocho. El viaje en coche es un tanto peculiar porque salen de Kansas y por ello tienen que atravesar todo el desierto. En el viaje les acompaña, Kirk, el mejor amigo de Jamie. Lucy afirma que Kirk es insoportable, pero tal vez cambia de opinión.
El viaje transcurre sin novedades, excepto el poco caso que le hacen dos chicos a Lucy, hasta que una tormenta les impide frenar a tiempo y chocan contra algo. Lucy insiste para que paren y se encuentran con el cuerpo inmóbil de una chica.
Todo apunta a que está muerta y ellos son los únicos responsables, o tal vez no. Pero la investigación corresponde a la policía, aunque Lucy siente una conexión especial con la chica y decide ayudar.
Una historia diferente donde el misterio no tiene tanta importancia como el reto de los personajes a afrontar responsabilidades. El truco es decir siempre la verdad y confiar los unos con los otros. Es innegable la evolución en positivo que surge entre los personajes que parecen madurar de golpe. Lucy tiene otra opinión respecto a su hermano y su amigo, y ellos respecto a ella también.
Un libro que se lee de un tirón y que sorprende por su calidad y los diálogos tan bien llevados. Lucy nos lo cuenta todo desde su perspectiva de hermana pequeña sufrida. Por su actitud podemos pensar que es mucho mayor, pero se muestra muy decidida y curiosa para su edad.
Lucy tiene catorce años y su hermano dieciocho. El viaje en coche es un tanto peculiar porque salen de Kansas y por ello tienen que atravesar todo el desierto. En el viaje les acompaña, Kirk, el mejor amigo de Jamie. Lucy afirma que Kirk es insoportable, pero tal vez cambia de opinión.
El viaje transcurre sin novedades, excepto el poco caso que le hacen dos chicos a Lucy, hasta que una tormenta les impide frenar a tiempo y chocan contra algo. Lucy insiste para que paren y se encuentran con el cuerpo inmóbil de una chica.
Todo apunta a que está muerta y ellos son los únicos responsables, o tal vez no. Pero la investigación corresponde a la policía, aunque Lucy siente una conexión especial con la chica y decide ayudar.
Una historia diferente donde el misterio no tiene tanta importancia como el reto de los personajes a afrontar responsabilidades. El truco es decir siempre la verdad y confiar los unos con los otros. Es innegable la evolución en positivo que surge entre los personajes que parecen madurar de golpe. Lucy tiene otra opinión respecto a su hermano y su amigo, y ellos respecto a ella también.
Un libro que se lee de un tirón y que sorprende por su calidad y los diálogos tan bien llevados. Lucy nos lo cuenta todo desde su perspectiva de hermana pequeña sufrida. Por su actitud podemos pensar que es mucho mayor, pero se muestra muy decidida y curiosa para su edad.
Elise Broach es una escritora nacida en Atlanta en los años 60 se crió entre Inglaterra y los EEUU Siente predilección por los animles, sobre todo los perros.
Otro libro de esta autora traducido al español es: El misterio del cuadro robado.