Editorial Edebé (Periscopio). Publicado en 2020. 168 páginas. A partir de los 14 años de edad.
Jana se empeña en reconstruir su vida y la de su familia (sus padres, su hermana y su abuela) después de la muerte Zya, la hermana mayor, por eso el estilo fragmentario de esta novela juvenil que resultó finalista en los Premios Edebé de Literatura Juvenil del pasado 2019. Lo que más llama la atención del libro es que está dividido en tantos capítulos como letras del abecedario tenemos. Además, al final de cada capítulo se hace una relación de palabras que empiezan por la letra en cuestión y que guardan relación con la historia o recuerdo que se relata. Como también se recogen algunas de las palabras de otras lenguas que no tienen traducción en otras y que Zya utilizó como lema en una exposición fotográfica de sus obras.
Por ejemplo, la palabra sueca “mångata” que significa caminito de plata que forma sobre el agua la luz de la luna. Y otras como: “samar” que en árabe equivale a no dormir para seguir hablando con los amigos. O del hindi “viraha”, echar de menos a alguien cuando ya no está.
De este modo, para Jana es más fácil digerir el dolor y dar a conocer poco a poco la relación con su hermana que tenía mucho talento para el arte de la fotografía. El estilo del libro es vital y lleno de energía a pesar del dolor que arrastra Jana, la voz narrativa, que está convencida de que debe llevar a cabo una curiosa misión: bailar sobre las aguas del lago una noche de luna llena. Parece imposible, pero no lo es. Jana le hizo una fotografía a su hermana la noche que la vio bailar sin hundirse y le prometió que ella también lo lograría.
Los recuerdos de una infancia en común, los secretos y juegos compartidos, la imposibilidad de volver atrás y las historias fantásticas de la abuela son los elementos que dotan de significado son algunos de los temas de esta novela dura y bellísima a la vez que se arma de forma muy peculiar y que sirve de catarsis y terapia para una adolescente que intenta gestionar el dolor de la forma más creativa posible. Sin desvelar si Jana es capaz de cumplir su misión, lo más importante del libro es cómo se van cerrando sus heridas gracias a las palabras, las historias y la complicidad con otras mujeres de su familia que están unidas de forma muy especial.
Mångata es un libro totalmente recomendable para los que quieran disfrutar de una historia personal al mismo tiempo que conocen otras formas de afrontar la pérdida y conocen palabras en otras lengua imposibles de traducir con una sola en otras lenguas. Un ejemplo de que cada cultura y cada persona tiene una forma diferente de ver la vida y que es aprovechable para el resto.