Es el último libro de la saga de Erik, hijo de Árkhelan. Ya hemos reseñado anteriormente el primero El Amanecer del Guerrero y el segundo El ejército en la sombra.
Se precipita el desenlace de la historia. Ya no hay vuelta atrás. Los fugitivos liberados por Erik y sus amigos con la ayuda de Markus, se encuentran huyendo de las garras del Duque de Nordland que quiere impedir a toda costa el regreso del hijo del Rey a tomar posesión del reino cuando cumpla la edad mínima para ser coronado.
Nuestros amigos han de conseguir un auténtico ejército para escoltar al príncipe sabiendo lo peligros que tendrán que afrontar. Pero ellos no pasan de la docena y, por tanto, intentarán conseguir aliados para llevar a cabo su propósito. Los habitantes de Altenbruk viven atemorizados por las atrocidades del regente Conde de Nordland y son pocos los que se atreverían al enfrentamiento abierto. No encuentran otra alternativa para conseguir llevar a cabo su plan que la de acudir a pedir ayuda a las tribus de las montañas, los Dursmanni, descendientes de los pueblos bárbaros del Norte.
Tendrán que pasar calamidades sin cuento y huir, esconderse, enfrentarse a un enemigo muy superior y probar lealtades de gente desconocida.
La acción se desarrolla con rapidez y los personajes cobran vida fácilmente en la imaginación del lector haciendo vivir las aventuras en primera persona.
Como siempre, valores como la lealtad, la amistad , la capacidad de sufrimiento y abnegación de unos contrasta con la vileza, la traición y la egoísta ambición de otros.
Una lectura muy recomendable para el que quiere vivir aventuras desde el sillón de su casa.