Editorial Alfaguara. Publicado en 2015. 421 páginas. A partir de los 14 años de edad.
Noah y Jude son dos hermanos gemelos muy diferentes, Noah es sensible, romántico y soñador mientras que Jude es un torbellino de vitalidad, euforia y siempre está rodeada de amigos. A pesar de sus diferencias, los dos hermanos van juntos a todas partes y comparten juegos, juegos, confidencias y lo mejor de todo, aptitudes para el arte. Pero desde perspectivas muy distintas, porque si para Jude la escultura es una forma natural de expresión que se le da bien, para Noah pintar lo es todo, una verdadera pasión sin la cual no podría vivir y por la que estaría dispuesto a darlo todo porque es lo único que le hace sentir realmente feliz.
La relación entre los dos hermanos da un giro radical hasta el punto que a los 16 años ya ni se hablan y su vida ha tomado un rumbo muy distinto al que imaginaban tres años antes. Con la intención de desandar lo recorrido y comprenderse a sí mismo, Noah nos cuenta qué pasó tres años antes cuando una serie de circunstancias inesperadas y desastrosas los separaron. Por otra parte, también tenemos la versión de Jude del momento actual porque es una historia contada a dos manos, o mejor dicho, desde dos puntos de vista. Es difícil tomar distancia ante estos dos jóvenes que a los 16 años se sientes perdidos y tan destrozados, Noah ya no se siente atraído por la pintura y la extrovertida Jude se encuentra perdida y sin ganas de nada.
En las primeras páginas del libro se nos adelantan los temas principales: el primer amor, la familia y la traición, pero se puede reducir a uno solo, la vida. No podemos prever lo que nos ocurrirá en un futuro y aunque no debemos dejarlo todo en manos del destino sí que es cierto que es complicado luchar cuando las cosas están condenadas a torcerse. Los malentendidos dan paso a la autodestrucción y luego es tarde para volver atrás y curar heridas profundas. El arte tiene bastante protagonismo en esta historia y es el motor que marca la felicidad, la lucha y también la infelicidad. Vemos que solo de los hermanos aspira a dedicarse al arte y el otro se muestra bastante indiferente, al final, solo uno de ellos lo conseguirá pero no le llenará por completo.
A pesar del evidente dramatismo, la historia está llena de esperanza, ilusiones, mensajes ocultos de ánimo y mucho, mucho aprendizaje que conmueve.
Una escritura muy elegante y cercana que nos ayuda a identificarnos con los personajes, sobre todo con la voz narrativa y nos pone en la piel de dos hermanos inseparables que dejan de serlo. Los acontecimientos vividos por un joven de 13 años y que nos cuenta a los 16 son totalmente impresionantes porque nos sumerge en otra forma de pensar. Respecto a la trama, nos plantea bastantes juegos porque más que giros inesperados lo que nos ofrece la autora son puntos aparentemente secundarios que de repente se convierten en imprescindibles para no perder el hilo y llegar a un desenlace perfecto en todos los sentidos.
Jandy Nelson es una escritora norteamericana de libros para jóvenes y adultos que también trabaja como agente literaria.
Otro libro de gran éxito es El cielo está en cualquier lugar (en todas partes), 2010. Este primer libro de Jandy nos habla de Lennie, una lectora fanática de la música y acostumbrada a estar siempre con su hermana mayor y por eso cuando le falta aprende a vivir por ella misma. De nuevo arte, pasión, hermanos inseparables que dejan de serlo y el amor.
La relación entre los dos hermanos da un giro radical hasta el punto que a los 16 años ya ni se hablan y su vida ha tomado un rumbo muy distinto al que imaginaban tres años antes. Con la intención de desandar lo recorrido y comprenderse a sí mismo, Noah nos cuenta qué pasó tres años antes cuando una serie de circunstancias inesperadas y desastrosas los separaron. Por otra parte, también tenemos la versión de Jude del momento actual porque es una historia contada a dos manos, o mejor dicho, desde dos puntos de vista. Es difícil tomar distancia ante estos dos jóvenes que a los 16 años se sientes perdidos y tan destrozados, Noah ya no se siente atraído por la pintura y la extrovertida Jude se encuentra perdida y sin ganas de nada.
En las primeras páginas del libro se nos adelantan los temas principales: el primer amor, la familia y la traición, pero se puede reducir a uno solo, la vida. No podemos prever lo que nos ocurrirá en un futuro y aunque no debemos dejarlo todo en manos del destino sí que es cierto que es complicado luchar cuando las cosas están condenadas a torcerse. Los malentendidos dan paso a la autodestrucción y luego es tarde para volver atrás y curar heridas profundas. El arte tiene bastante protagonismo en esta historia y es el motor que marca la felicidad, la lucha y también la infelicidad. Vemos que solo de los hermanos aspira a dedicarse al arte y el otro se muestra bastante indiferente, al final, solo uno de ellos lo conseguirá pero no le llenará por completo.
A pesar del evidente dramatismo, la historia está llena de esperanza, ilusiones, mensajes ocultos de ánimo y mucho, mucho aprendizaje que conmueve.
Una escritura muy elegante y cercana que nos ayuda a identificarnos con los personajes, sobre todo con la voz narrativa y nos pone en la piel de dos hermanos inseparables que dejan de serlo. Los acontecimientos vividos por un joven de 13 años y que nos cuenta a los 16 son totalmente impresionantes porque nos sumerge en otra forma de pensar. Respecto a la trama, nos plantea bastantes juegos porque más que giros inesperados lo que nos ofrece la autora son puntos aparentemente secundarios que de repente se convierten en imprescindibles para no perder el hilo y llegar a un desenlace perfecto en todos los sentidos.
Jandy Nelson es una escritora norteamericana de libros para jóvenes y adultos que también trabaja como agente literaria.
Otro libro de gran éxito es El cielo está en cualquier lugar (en todas partes), 2010. Este primer libro de Jandy nos habla de Lennie, una lectora fanática de la música y acostumbrada a estar siempre con su hermana mayor y por eso cuando le falta aprende a vivir por ella misma. De nuevo arte, pasión, hermanos inseparables que dejan de serlo y el amor.