miércoles, 19 de abril de 2023

Metro 2033 (Dmitry Glukhosky)

 

Editorial Minotauro. Año edición española 2022 (en rusia 2005). 544 páginas. De 16 años en adelante.

Metro 2033 es la primera entrega de una saga de 3 libros (Metro 2033, 2034 y 2035) que ha dado origen, además, a videojuegos y múltiples secuelas escritas ya por otros autores. Agradecemos a Casa del Libro el ejemplar que reseñamos.

Toda la trama del libro se desarrolla en las poblaciones de supervivientes que se han refugiado en el metro de Moscú después de un auténtico apocalipsis nuclear que ha desolado, aparentemente grandes áreas de la tierra.

Cada "Ciudad" consiste en un campamento de tiendas de campaña que se plantan colonizando las estaciones de metro. No todas las estaciones son habitables, ni todas tienen las mismas "comodidades". La mayor parte de ellas no tienen luz eléctrica y se alimentan de lo que pueden. Algunas cultivan hongos y tienen carne de cerdo, pero otras tienen que contentarse con ratas y musgo.

En la breve historia de esta"civilización superviviente" ya se cuentan numerosos enfrentamientos entre las distintas poblaciones que han llevado a formar enemistades y alianzas más o menos estables. En algunas zonas domina una ideología comunista, otras son filonazis, y hay algunas que lo que les une es la producción alimentaria y la protección de los territorios.

En la mayor parte de las estaciones hay férreas fronteras con puestos de soladados armados. Algunos de esos puestos simplemente regulan el tráfico de visitantes pero, otros, son auténticas líneas de defensa contra los vecinos enemigos o las posibles invasiones que provienen de los propios túneles.

Es todo un complejo universo en el que encontramos diferentes opciones políticas, proliferación de sectas, oportunistas, y, sobre todo mucha miseria.

El protagonista se llama Artyom, un joven de unos 19 años, soldado y que vive en una estación periférica de la red de metro denominada UDNKh. En esta estación han ido apareciendo unos extraños seres que proceden del exterior. Se trata de mutantes que han sobrevivido a la radiación e, incluso, parece que se han adaptado. Les llaman los "Negros". Para algunos se trata simplemente de una leyenda más pues piensan que los propios túneles son capaces de exterminar a los viajeros (alucinaciones, escapes de gas, espíritus...). Los Negros, para ellos, no serían más que una encarnación de todos estos peligros. Pero los vigilantes fronterizos de la UDNKh saben muy bien que son seres reales, extremadamente fuertes, veloces y tremendamente obstinados. Quien más, quién menos, estos soldados han tenido que enfrentarse a ellos.

La invasión de los Negros es un peligro para toda la red de Metro por lo que nuestro joven Artyom recibe la difícil tarea de llegar a la mítica Polis (asociación de estaciones especialmente prósperas y que conforman auténticas ciudades) para avisar del peligro que supone para todo el Metro la invasión de estos mutantes.

El viaje por los distintos túneles y estaciones en búsqueda de la Polis, es toda una epopeya. Un recorrido que cuando el metro funcionaba se hacía en minutos, en la situación actual le llevará semanas y estará repleta de peligros. Hay poblaciones hostiles, túneles cegados y las consecuencias de lo que se podrían llamar tunelofobias que hacen que muchos viajeros se internen en un túnel y nadie sepa más de ellos.

Una novela compleja, con muchas variables y que, cuando uno se hace a ese mundo, es bastante trepidante. Continuamente están pasando cosas, hay quiebros y requiebros en el guión. Se junta la acción con las consideraciones vitales casi filosóficas.

Buena novela aunque hay que tener paciencia. Para mi gusto se extiende demasiado en algunas consideraciones psicológicas que hacen un poco farragosa la narración. El libro tiene 541 páginas con una letra incómodamente minúscula. Si la letra fuera normal la novela se iría, probablemente, a más de setecientas páginas.

Quitando esos inconvenientes, me ha parecido una lectura interesante.

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