AdN editorial. Edición del año 2022. 376 páginas. Recomendado para lectores de 16 años en adelante.
Tenía que elegir. O se mataba o encontraba una válvula de escape. Canalizaba su odio. Canalizaba también el rechazo que había encontrado ahí fuera en su antigua vida y había recogido y almacenado durante tantos años, y lo devolvía a su origen junto con todos sus gases de putrefacción, su sangre e intestinos.
Dos personas de procedencia y culturas tan dispares como el japonés Junya y la alemana Fanni a son dos buenos ejemplos de los peligros del mundo digital y los males de la sociedad moderna que nos abocan a la soledad más absoluta y a la insensibilización al dolor propio y ajeno.
Mientras Junya es un hikikomori con una infancia plagada de abusos Fanni no soporta que su familia la menosprecie. Ambos son capaces de llevar a cabo los actos más atroces para compensar el vacío que sienten. Junya abandona cada noche su habitación para dañar a otras personas con total impunidad para luego volver a su casa donde pasará muchas horas delante del ordenador hasta que la llegada de la noche sea el inicio de lo peor que puede hacerle un humano a otro. El joven sigue las directrices de un foro de internet y de este modo se siente que forma parte de algo. Fanni no es mejor que él, la logrado encontrar en la red la liberación a todo el rechazo que sufre en su casa a través de una serie de negocios bastante oscuros.
Dos personajes oscuros y llenos de contradicciones que parecen protagonizar una distopía con tintes de terror escrita en su mayoría en frases cortas y con descripciones muy vívidas para involucrar al lector en la trama.
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