Editorial Montena. Editado en españa el 5 de abril de 2018. 512 páginas. De doce años en adelante.
Primer volumen de la trilogía Guardianes de la Ciudadela.
Axlin es una niña coja que se ha criado en uno de los enclaves de las tierras del Oeste. Su cojera le viene desde que fue atacada por uno de los múltiples monstruos que acechan su asentamiento. Se trataba de un Nudoso, un monstruo con apariencia de raíz que cuando te atrapa te sumerge en el interior de la tierra para devorarte.
Estos enclaves humanos, al menos en estas tierras del Oeste, normalmente tienen pocos habitantes. Toda su actividad consiste en sobrevivir a los constantes ataques de los monstruos. Porque te he hablado de los Nudosos, pero hay muchos, muchos más tipos (Dedoslargos, chupones, pelusas, lenguaraces, robahuesos, pellejudos...).
Todo apunta a que la batalla la están ganando los monstruos porque cada vez estos asentamientos se encuentran más aislados y son menos numerosos ya que no es infrecuente que haya un ataque masivo arrasando por completo a toda la población.
Toda la vida de los poblados gira en torno a los monstruos. No hay ninguna actividad que se considere digna si no atiende directamente a la lucha por la supervivencia. Por este motivo la habilidad que aprende Axlin de leer y escribir no está en absoluto apreciada por el resto de los habitantes. Solo se le permite dedicarse a ella después de haber cumplido con todos sus encargos.
Pero en la mente de Aixlin nace la idea de ir haciendo un manual con todos los monstruos conocidos y las posibles defensas que a lo largo de la historia han ido descubriendo los humanos. Después de indagar entre los exploradores de su propio asentamiento la única información que puede esperar del exterior es la procedente de las raras visitas de los buhoneros. Estos `personajes son los únicos que se atreven a circular por el exterior dedicándose al intercambio de productos entre los distintos núcleos. Son hombres intrépidos, con experiencia y que están dispuestos a jugarse la vida. Suelen ir en carretas y acompañados por algunos escoltas. Pero, al final, esta información también es escasa.
Se le mete entre ceja y ceja lanzarse al exterior en compañía de los buhoneros para poder ir recabando información. Y ¡cómo no! las cosas se irán complicando. Conforme se va alejando de su enclave natal, va conociendo otros muchos que, poco a poco, se van haciendo... ¿menos primarios...? Pero no solo cambia la estructura de los edificios y emplazamientos, también cambia el carácter de sus pobladores. Se dará cuenta que no solo debe luchar contra los monstruos sino que, a veces, el peligro vendrá de la codicia, la envidia y el egoísmo de los humanos.
Es la primera parte de una trilogía: Los guardianes de la Ciudadela. Y, quizás, este sea el primer problema que encuentro a este relato: se va estirando y estirando la historia hasta convertirlo en trilogía. De hecho, el camino que va haciendo Axlin, sus dudas y peripecias, se van haciendo realmente pesados, como seguramente sería en la realidad (si fuese real, claro). Cuando se cambia de escena se entra en otro ritmo vital, cosa que se agradece, pero que vuelve a estirarse más y más haciéndose muy repetitivo.
La historia es buena, es realmente original. Tiene elementos para ser una buena novela de aventuras, pero... Estuve a punto de dejarla más de una vez.
Quizás es que yo no tenga poca paciencia y a otros les pueda encantar. Es posible, porque ya digo que tiene buenos ingredientes... lo peor es que la cocción sea a fuego lento.
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