Seis de Cuervos (Grisha) Leigh Bardugo

Editorial Hidra. Año 2015 (en inglés) y 2016 (en castellano). 544 páginas. De trece años en adelante.

Autora ya conocida por sus novelas del mundo Grishaverse en la que esta de Seis Cuervos se integra.

Es el primer tomo de una bilogía que, aunque pertenezca al mismo universo, tiene una trama diferente a su antecesora La Trilogía de Grisha.

Se narran historias de un submundo de pícaros y ladrones que coexisten en el puerto de Ketterdam (inspirada en Amnsterdam). El control del puerto está disputado por varias bandas enfrentadas unas contra las otras en un inestable equilibrio por zonas de influencia. Un ambiente que recuerda a ese submundo de marginación que dibuja en sus novelas Charles Dickens.

La ciudad está dominada por un consejo de Mercaderes que deja hacer a las bandas siempre y cuando estas no afecten a sus negocios. De hecho, con frecuencia echan mano de ellas para resolver algunos asuntos y sobre todo para que se encarguen de organizar el ocio de sus más ocultos instintos.

Kaz, un líder natural del Barril (así se llama esa zona del puerto) es un personaje absolutamente enigmático. Callado, incluso hosco, inteligente y práctico, que sabe hacerse obedecer y tiene una capacidad infinita para hacerse con información valiosa con la que es capaz de extorsionar a cualquiera. Se ha hecho un hueco en medio de ese mundo hostil y dirije a un grupo de jóvenes como él que no tienen donde caer muertos.

Tras un pequeño incidente, Kaz recibe un importante encargo de uno de los mercaderes más influyentes que hace de portavoz del Consejo. Una nueva droga ha sido sintetizada y puede provocar que todo el panorama mundial, lleno de tensiones entre las distintas razas y países, pueda entrar en colapso.

Tendrán que conseguir secuestrar al científico que la ha diseñado y que en ese momento, está bajo custodia en uno de los rincones más inexpugnables del mundo.

Es una operación suicida. Sólo cuenta con un puñado de ladronzuelos como él, que cada uno tiene unas habilidades propias: armas de fuego, manejo de cuchillos, la lucha cuerpo a cuerpo, el poder del sigilo... Unas cualidades que en algún caso son claramente mágicas (al menos para nuestra percepción).

Una aventura llena de sobresaltos en la que seremos espectadores de los más bajos instintos y de acciones extraordinariamente nobles y heroicas. Podrás llegar a albergar sentimientos de odio y desprecio o admiración respecto al mismo personaje. Un grupo de gente compleja, con un pasado desconocido al que nos iremos asomando poco a poco dándonos luces sobre la personalidad de cada uno de ellos. Descibriremos en ellos heridas sin cicatrizar, sentimientos de venganza, minusvaloración personal, complejos y sentido de culpa...

Me parece una novela de aventuras magnífica, mezcla de magia en unos personajes absolutamete humanos que, de hecho, no siempre serán admirables. Buen ritmo de narración, constantes giros que mantienen la atención y ¡un fallo enorme!: ¡te quedas a mitad de aventura!, con casi nada resuelto y en la necesidad de tener que devorar la siguiente entrega: Reino de Ladrones.