Ediciones B. Mayo 2010. 371 páginas. De 16 años en adelante.
Liz Carlyle agente del MI5, servicio de inteligencia británico, recibe un encargo de su jefe que le incomoda sobre todo en ese momento en el que está tras la pista de tres presuntos terroristas islámicos que parece están preparando un atentado inminente.
Y no solo le disgusta por este motivo sino por el encargo en sí mismo. Tendrá que conseguir destapar, de entre los suyos, a un posible topo que entró en el servicio cuando el IRA irlandés se encontraba en plena guerra con Inglaterra. Solo se tiene noticia de su existencia por el extraño soplo de un antiguo dirigente del ejército republicano irlandés.
El topo ha estado inactivo durante muchos años o, más bien, habría que decir que nunca fue activado. Nada agradable: pocos datos y una delicada investigación interna entre sus propios compañeros.
Poco a poco Liz va tirando de los pequeños indicios que van apareciendo en las distintas entrevistas que realiza a lo largo de la investigación.
Conforme se desarrolla el relato vamos conociendo mejor a los diferentes agentes del MI5 que van apareciendo en las listas de posibles topos. Se van perfilando nombres. Hay pequeñas y débiles conexiones con la causa irlandesa pero nada parece ser definitivo. Investiga las contradicciones entre unos y otros, pero, ¿quién dice la verdad? y ¿cuál el motivo por el que algunos han ocultado datos o tergiversado sus relatos?
En paralelo, sus compañeros del MI5, están como locos detrás de los terroristas. Da la impresión de que el comando va siempre un paso por delante. Cuando parece que van cerrando el circulo se esfuman sin dejar rastro.
Todo parece conducir a un desenlace fatal pero no se sabe ni dónde ni cuándo. El tiempo va pasando y corre en su contra.
Novela policíaca muy enredada. Supongo que es lo lógico en este género en el que los protagonistas son agentes secretos. Conozco personas que son capaces de seguir los innumerables nombres de los distintos personajes que van apareciendo y que mantienen en la memoria esos pequeños detalles que son la conexión en los avances de la investigación. He de reconocer que yo no soy de estos por lo que me he encontrado perdido más de una vez. Pero eso sí, he disfrutado con la acción y la trama general que es apasionante y llena de giros inesperados.
La autora, Stella Rimington, fue en su día la primera mujer que llegó a dirigir los servicios del MI5, ahora se dedica a la empresa y a escribir novela de ficción.
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