La historia nos traslada a Egipto, a mediados del siglo XIX. Los británicos y otros colonos trabajan en el mantenimiento del Canal de Suez, y entre ellos se encuentran dos ingenieros bien situados económicamente, uno polaco, cuyo hijo se llama Stas, un chico de trece años, y otro inglés, cuya hija, Nel, tan sólo cuenta con ocho años.
En esos años surge en Egipto y Sudán un movimiento revolucionario encabezado por Mahdi (en árabe, el bien dirigido), que, empuñando la cimitarra y en el nombre de Alá, pretenden expulsar a los colonos británicos y al gobierno egipcio, que está aliado con ellos, para establecer un fuerte foco islámico desde el cual dominar el mundo entero.
Unos hombres de este movimiento secuestran a los niños y los llevan a través del desierto egipcio hasta Khartum (Sudán), donde Mahdi acaba de establecer su capital tras tomar esta estratégica plaza. El objetivo es usar a los niños como rehenes a cambio de la familia de un importante líder del movimiento, que se encuentra retenida en El Cairo por las autoridades locales. Sin embargo, algo imprevisto ocurrirá en Sudán, y los niños se verán arrastrados a la selva de Kenia, donde lucharán por sobrevivir, llegar hasta sus padres y evangelizar a las tribus del lugar, pasando por una serie de fascinantes aventuras.
Henryk Sienkiewicz, fallecido en 1916 y premio Nobel de Literatura en 1905 es aún hoy un importante autor de referencia en Europa, y un todo un mito en Polonia. Es conocido sobre todo por su obra Quo Vadis?, llevada con éxito a la gran pantalla. Esta obra, no tan conocida, es sin embargo de tan gran calidad como aquella.
Si bien es larga y en ocasiones densa -sobre todo la primera parte, cuando están en el desierto- poco a poco va atrapando al lector y cautivándolo. El argumento es prodigioso, y la novela cautivará por su intensidad emocional. Los protagonistas -fijándome sobre todo en Stas- son realmente apasionantes, representando todo un modelo, a pesar de su escasa edad, de coraje, fortaleza en la fe y en las convicciones, audacia, y deseo por vencer las dificultades. Es realmente impresionante que, en medio de las dificultades con los musulmanes, comiencen a dar testimonio de su firmeza en la fe cristiana, aún a posible coste de su vida, y que esta firmeza les lleve a anunciar la Buena Nueva a miles de indígenas, a pesar de que son sólo unos niños.
Este libro llegó a mis manos por un amigo al que le había gustado y me lo regaló hace un tiempo por mi cumpleaños. De otra forma, dudo que llegase hasta mí, y siquiera que hubiera tenido conocimiento de su existencia. Por eso, lo doy a conocer y animo ahora a todos a su lectura, que no defraudará.
En esos años surge en Egipto y Sudán un movimiento revolucionario encabezado por Mahdi (en árabe, el bien dirigido), que, empuñando la cimitarra y en el nombre de Alá, pretenden expulsar a los colonos británicos y al gobierno egipcio, que está aliado con ellos, para establecer un fuerte foco islámico desde el cual dominar el mundo entero.
Unos hombres de este movimiento secuestran a los niños y los llevan a través del desierto egipcio hasta Khartum (Sudán), donde Mahdi acaba de establecer su capital tras tomar esta estratégica plaza. El objetivo es usar a los niños como rehenes a cambio de la familia de un importante líder del movimiento, que se encuentra retenida en El Cairo por las autoridades locales. Sin embargo, algo imprevisto ocurrirá en Sudán, y los niños se verán arrastrados a la selva de Kenia, donde lucharán por sobrevivir, llegar hasta sus padres y evangelizar a las tribus del lugar, pasando por una serie de fascinantes aventuras.
Henryk Sienkiewicz, fallecido en 1916 y premio Nobel de Literatura en 1905 es aún hoy un importante autor de referencia en Europa, y un todo un mito en Polonia. Es conocido sobre todo por su obra Quo Vadis?, llevada con éxito a la gran pantalla. Esta obra, no tan conocida, es sin embargo de tan gran calidad como aquella.
Si bien es larga y en ocasiones densa -sobre todo la primera parte, cuando están en el desierto- poco a poco va atrapando al lector y cautivándolo. El argumento es prodigioso, y la novela cautivará por su intensidad emocional. Los protagonistas -fijándome sobre todo en Stas- son realmente apasionantes, representando todo un modelo, a pesar de su escasa edad, de coraje, fortaleza en la fe y en las convicciones, audacia, y deseo por vencer las dificultades. Es realmente impresionante que, en medio de las dificultades con los musulmanes, comiencen a dar testimonio de su firmeza en la fe cristiana, aún a posible coste de su vida, y que esta firmeza les lleve a anunciar la Buena Nueva a miles de indígenas, a pesar de que son sólo unos niños.
Este libro llegó a mis manos por un amigo al que le había gustado y me lo regaló hace un tiempo por mi cumpleaños. De otra forma, dudo que llegase hasta mí, y siquiera que hubiera tenido conocimiento de su existencia. Por eso, lo doy a conocer y animo ahora a todos a su lectura, que no defraudará.
Hola Victor: Este libro en Argentina salió bajo de denominación MIS LIBROS editado por Hyspamerica con licencia de ANAYA, de los que lamenteblemente solo salieron 50 títulos a la luz. Quería saber si sabés donde puedo conseguir libros de la colección TUS LIBROS. Cualquier dato que me puedas aportar lo podés hacer escribiéndome a mi mail: avefenix71@yahoo.com
ResponderEliminarFelicitaciones por el comentario, un gran libro y un gran acierto tu recomendación. Saludos, Diego.
"A través del desierto" es uno de los títulos que aquella fantástica Colección Juvenil Cadete, de la editorial catalana Mateu, que despertó mi interés por la lectura. La elección de los títulos era fascinante para un niño de entre 8 y 18 años. Cada nuevo título, que veía con fascinación en el escaparate de la ya desaparecida Librería Gran Vía (en As Travesas, Vigo), me conducía a mundos ignotos. Con aquellas aventuras y relatos aprendí geografía e historia y tuve noticias de culturas que no imaginaba; aprendí palabras como "jangada" o "venablo". Con Jules Verne viajé desde el centro de la tierra y las profundidades marinas hasta los cielos alcanzados por "Robur el Conquistador" con un aparato "más pesado que el aire"; con Sienkiewicz conocí el desierto y la Roma de Nerón, supe quién era el Mahdi y conocí a Gordon atrincherado en Kartum; Swift me mostró lo relativo de la cultura con "Los viajes de Gulliver"; "Buffalo Bill" me hizo espectador de su duelo con Mano Amarilla y recorrí el Missisipi junto a Tom Sawyer y Huckelberry Find de la mano de Mark Twain. La epopeya de Uncas, el último de los mohicanos y su periplo hasta el Fuerte William Henry me mantuvo en el espíritu de la epopeya gracias a Fenimoore Cooper...
ResponderEliminarCreo que el espíritu y la relación de títulos y autores de aquella "Colección Juvenil Cadete" siguen resultando imprescindibles para la iniciación a la lectura. La fantasía realista de esa colección no ha sido superada por la fantasía-fantasía, incluyendo la saga de "los anillos" y la de los alumnos de la escuela de magia de Howards. Muchos de los que nacimos en los años 40 y 50 del siglo pasado les debemos lo que tengamos de imaginación y conocimientos.
De niño recibí como regalo de cumpleaños este espléndido libro, que no dejo de recomendar cada vez que puedo. Me pasó al revés de lo que a casi todos, primero leí este libro, y bastante después, Quo Vadis. La historia de Nel y Estasio (así se llamaba en mi libro, que era un apodo de Estanislao, si no me equivoco) siempre me atrapó. Aún hoy, a mis 54 años, tengo guardado ese gran libro.
ResponderEliminarSaludos desde Argentina.
En Argentina se llamaba "A Través del Desierto" y en la tapa se veía a Nel, Estasio y el elefante.
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