viernes, 9 de julio de 2021

La casa del tejado rojo (Mónica Rodríguez, texto, y Eva Carot, ilustraciones)

Editorial Anaya (Sopa de libros). Publicado en 2021.144 páginas. A partir de los 14 años de edad. Premio Alandar de Literatura Juvenil XI 

Me quedé en silencio, notando la enormidad del sillón negro donde me hundía. Me sentía tan bien por haberlo contado todo, sin una sola mentira, que me entró mucho sueño. 

Amelia Tresárboles echó el cuerpo hacia delante.

-Daniela, tú no eres mentirosa, eres escritora.

La escritora asturiana Mónica Rodríguez lo ha vuelto a hacer. De nuevo nos ofrece una historia ambientada en un entorno rural y con un sabor de «antiguo», de imperecedero, que se vuelve atemporal y muy agradable de leer. Todas las historias de Mónica parecen evocar algo tan simple y cotidiano como pelar una mandarina con las manos. No es  necesario tener las uñas largas, ni tampoco hay que preocuparse por las posibles salpicaduras. Sin embargo, poco a poco vamos despojando esa esfera de su piel suave mientras nos dejamos atrapar por su aroma. Luego, no nos queda más que descubrir un puñado de gajos lustrosos y barrigones para comérnoslos. Eso sí, tal vez no podamos evitar los pequeños huesos que nos recuerdan que el mundo infantil no escatima en fantasía, pero tampoco en negros nubarrones.

Y, ¿qué es lo que vamos a encontrar en La casa del tejado rojo? Como todas las buenas historias, nos resulta todo tan familiar que nos sumergemos entre las páginas con la convicción de que ya hemos estado allí. Descubriremos la historia de Daniela o, mejor dicho, Daniela Peces Fortunati, una niña que tal vez no tiene más que ocho años  vital, alegre y con mucha imaginación que sus padres, sus hermanas mayores, la abuela y la maestra se empeñan en censurar. La llegada al pueblo de Amelia Tresárboles con su máquina de escribir lo cambiará todo. En primer lugar, Daniela la verá de una forma muy distinta al resto de su familia y amigos. Para ella, esta mujer a quien su abuelo alquila una casa y que ella ayuda con las maletas es algo así como un hada maravillosa que vive en un mundo especial. Y, en segundo lugar, la niña se verá obligada a enfrentarse a todo ella sola porque sus únicos cómplices, que son su abuelo y su hermanito Tobías, no pueden ayudarla. El abuelo ha marchado lejos para encargarse de las abejas como cada año y Tobías es demasiado pequeño para acompañarla en sus correrías nocturnas.

Lejos de amilanarse, Daniela se crece en la adversidad y se refugia en su mundo de fantasía donde ella es la principal protagonista que convierte lo cotidiano en una maravillosa aventura y los elementos que al resto les pasa desapercibidos ella los concibe como auténticos tesoros. Su mundo es tan intenso que incluso el hecho de perder un zapato se traduce en un signo de buena suerte, pero no todos la comprenden y la tachan de mentirosa. En realidad, Daniela no hace más que dar rienda suelta a su imaginación y crear un mundo que le ayude a escapar de un entorno que siente que no está hecho para ella.

La llegada al pueblo de una escritora con máquina de escribir incluida la colmará de dicha. Por una parte porque el aura de misterio que envuelve a esta mujer que es distinta a todo lo que ha conocido hasta ahora Daniela alimenta su imaginación. Pero por otra parte, porque la mujer le asegura que ella no es una mentirosa sino una escritora.

Esta es una historia que todos deberíamos leer y releer porque supone una ventana para mostrarnos otras posibilidades, como que los sueños se hacen realidad. No hay nada que aliente más a los pequeños que hacer partícipes a los otros de sus historias fantásticas que ellos disfrazan de aventuras protagonizadas por ellos mismos y que al contárnoslas nos invitan a participar. Un privilegio que no podemos dejar pasar.

Otra cuestión son los paralelismos que se establece esta protagonista con la Gabriela de la maravillosa obra Un pie descalzo, de Ana María Matute. En este caso, Gabriela se siente rechazada por los niños que conoce y siente que no encaja ni en la escuela ni en su casa, donde es sometida a burlas y discriminaciones que ella no sabe gestionar. Una de las peculiaridades de esta niña es que a menudo pierde uno de sus zapatos. Este objeto la acerca más a la Daniela de Mónica Rodríguez. En cambio, la personalidad de las dos niñas es muy diferente.

Daniela tiene un carácter muy fuerte y verbaliza todo lo que siente y Gabriela se muestra más débil de carácter, aunque todo sería diferente si contara con un hada madrina, como es el caso de Amelia Tresárboles. Sin embargo, Gabriela recurre a todos los libros que hay en su casa. Desde la biblioteca infantil de sus hermanas, hasta la biblioteca de su padre, un lugar prohibido para los niños como ella. Ella se arma de valor y se adentra en este paraíso donde encontrará un libro que le dará a conocer un universo que le permitirá vivir experiencias inolvidables protagonizadas por personajes y objetos que sufren alguna ausencia: el asa de una taza o muñecos con un miembro roto.

Ambas historias pues, la de Mónica Rodríguez y la de Ana María Matute, tiene muchas afinidades, sin olvidar que el germen de La casa del tejado rojo fue un cuento de una de las hijas de Mónica. Una muestra más que deberíamos hacer más caso a la infancia porque es entonces donde anidan todas las historias que merece la pena tener en cuenta.


Publicado en Culturamas


domingo, 27 de junio de 2021

Las dos mitades de la luna (Marco Rocchi, texto y Francesca Carità, ilustraciones)

 Editorial Liana (Bromelia). Publicado en marzo de 2021. 128 páginas. A partir de los 9 años de edad.

La auténtica luna desapareció años atrás. Tal vez demasiados para que tú puedas recordarla.

La editorial madrileña Liana Editorial publica obras ilustradas para jóvenes lectores y adultos que destacan por la calidad y la originalidad de contenidos, ilustraciones y temáticas. Además, suelen tener en común el autor e ilustrador italiano y la perspectiva femenina porque la protagonista suele ser una joven que no se puede calificar de una heroína al uso, sino que se va definiendo a lo largo de la historia y se mueve más por la necesidad del entorno que por intereses propios.

Una de las últimas novedades de la editorial es Las dos mitades de la luna, una novela gráfica que cumple con los requisitos antes enunciados -calidad, originalidad y femineidad- y que también destaca porque el escenario no es otro que  una ciudad triste, gris y distópica que vive a la sombra de una leyenda que muchos ignoran. Esta ciudad es Croma y llama la atención la publicidad a la que están expuestos sus habitantes -animales humanizados- para que consuman pañuelos de papel de una determinada marca ya que es habitual romper a llorar en cualquier momento. Y ahora viene lo más curioso: el papel otrora era usado por los artistas se considera un despilfarro y se quiere reservar para otros menesteres.

¡Nuestro patrocinador Pañuelos Cro-Mar les desea una feliz estancia!

A la ciudad de Croma llega Alba, una joven ratoncita de carácter sencillo, voluntarioso y con muchas aptitudes para la costura. El objetivo de Alba no es otro que superar una prueba para lanzarse de pleno a su pasión por el diseño y cuando lo consigue le dura poco saborear el éxito porque, como ocurre con todos los héroes de la Historia, su papel es más importante para restablecer el equilibrio en Croma y cumplir una peligrosa misión. Hace un tiempo, la luna se quebró en dos mitades que tienen dos personas diferentes y solo uno de ellos desea que la luna vuelva a ocupar su lugar en el cielo.

No es necesario avanzar nada sobre el desenlace de la historia, pero sí que podemos decir que predomina la aventura, la emotividad, el trabajo en equipo y, sobre todo, hay que tener en cuenta el mensaje implícito sobre el peligro de desterrar las artes, los colores, la creatividad y la imaginación a favor de lo práctico y lo estrictamente útil. Una reivindicación que nunca está demás y esperemos que no caiga en saco roto.

Publicada por CULTURAMAS

domingo, 20 de junio de 2021

Julia y los niños imposibles. El club de las canguro 5 (The Baby-Sistters Club – Dawn and the Imposible Three, 2017_Ann M. Martin, texto y Gale Galligan, ilustraciones)

 Ediciones Maeva Young (Maeva Young). Publicado en 2020. 154 páginas. A partir de los 12 años de edad.


La serie de novelas gráficas El Club de las Canguro ha dado el salto a la pantalla ya que se emite en Netflix. Sin embargo, la serie está basada en la novela de Ann M. Martin y la primera en aportar ilustraciones y adaptarla al formato de novela gráfica fue Raina Telgemeier – la autora de otras novelas gráficas sobre grupos de adolescentes integradas por chicas empoderadas, maduras y luchadoras como: ¡Sonríe!, Hermanas, Drama o Fantasmas. Ahora, es Gale Galligan quien ha tomado el relevo.

Esta quinta entrega, Julia y los niños imposibles está protagonizada por la Julia, la última canguro en incorporarse al grupo de niñeras que fundó Kristy. Otras compañeras son Mary Anne, Staycey y Claudia. Las chicas son buenas amigas y se llevan bien, eso sí, su trabajo es lo primero y cuando una de ellas no es capaz de llevar a cabo sus tareas de niñera de forma responsable no dudan en hacérselo saber y, en ocasiones, la invitan a renunciar al trabajo. Por este motivo, las rencillas son inevitables y también las comparaciones, los celos y la sensación de sentirse superadas por los acontecimientos.

Julia desea con todas sus fuerzas integrarse en el grupo y ser una buena canguro, lo mismo que sus compañeras. La familia Barrett supondrá todo un reto porque está formada por tres niños de edades muy diferentes cuya madre no siempre tiene la cabeza en su sitio. Para empezar, la casa está bastante desordenada e incluso sucia y a la madre de los niños le cuesta conciliar trabajo con crianza y, sobre todo, aceptar que su exmarido tiene derecho a ver a los pequeños. Estos conflictos le provocarán no pocos quebraderos de cabeza a la joven canguro, pero Julia demuestra que es muy madura y que tiene madera de canguro porque, con la ayuda de sus compañeras, conseguirá llevar a cabo sus responsabilidades de forma correcta. También aprenderá lo más difícil que es ser asertiva y hacerse de valer ante una persona adulta -como es la señora Barrett- que además de no ser capaz de poner orden en su casa y en su vida no suele informar de todas las necesidades de sus hijos a la niñera.

Una serie de libros ilustrados muy fáciles de leer porque se dividen en capítulos que se corresponden con una única escena que desarrolla un tema diferente cada vez relacionado con el conjunto de la trama. La historia y los personajes no son para nada estereotipados ni perfectos, tampoco el final feliz está asegurado. Eso sí, las ilustraciones se asemejan a las películas de animación por la minuciosidad de los detalles y el retrato de las emociones. Los valores que fomenta son la responsabilidad, el trabajo en equipo, el trabajo y la confianza mutua, el diálogo, las relaciones sociales con personas de diferentes edades y la amistad por encima de todo.

Publicado en CULTURAMAS

miércoles, 16 de junio de 2021

El síndrome de Bergerac (Pablo Gutiérrez)

  Editorial Edebé. Publicado en 2021. 240 páginas. A partir de los 12 años de edad. Premio Edebé de Literatura Juvenil 2021.

El de Claudia que

Como en una experiencia vicaria, aprendía a través del dolor de Claudia que el amor no es ningún cuento de hadas, y que el rechazo duele más de lo que ninguna canción y ningún poema supo expresar jamás.

La llegada de Guadalupe, la profesora de Literatura Universal, a un instituto revoluciona a un grupo de alumnos de bachillerato de dieciséis años a quienes ella da clase. La trama del libro se estructura en tres actos como si de una obra de teatro se tratase porque, de hecho, la trama se articula entorno a una pieza teatral llamada Cyrano de Bergerac cuyo protagonista tiene mucho que ver con los estudiantes, o así lo percibe Velia, la voz narrativa del libro.

En el primer acto, titulado «La extraña», es como la presentación de los alumnos y cómo Guadalupe les invita a pensar por ellos mismos. A continuación La Hermandad de la Sagrada Nariz es cuando el grupo de alumnos decide representar una adaptación de la obra de teatro de Cyrano. El título hace referencia al rasgo físico de este espadachín que le producía bastante trauma al mismo tiempo que lo utilizaba para atacar con la espada y con su verborrea a quien consideraba que le había faltado al respeto. Por último, en Traición y rescate pone punto final al libro y también vemos cómo el grupo de compañeros toma caminos diferentes que no todos habían planeado.

Como si de un itinerario iniciático se tratara, el lector se sumerge en las vidas de este grupo de adolescentes y en todas sus vivencias académicas, personales y vitales. El bullying hace mella en algunos compañeros, lo mismo que las relaciones fallidas, los secretos que a veces permanecen en silencio y otras se propagan a los cuatro vientos. No es fácil conseguir lo que se desea, ¡pero qué bonito es soñar! Cyrano fue un diestro espadachín que demostró igual habilidad con las palabras. Sin olvidar que no se atrevió nunca a confesar su amor a la bella Roxanne y ayudó a otro a conquistarla. Sin embargo, su descomunal nariz lo llenaba de inseguridad teatral de Rostand, Cyrano gustaba de retar a sus adversarios a combates de verborrea donde él, sin excepción, resultaba siempre vencedor.

No se puede asegurar que Cyrano fuera feliz ni que se sintiera satisfecho con su vida, tampoco podemos afirmar lo mismo de los protagonistas de este libro y ni siquiera de nosotros mismos. De todas formas, Velia encuentra en la historia de Cyrano un maravillo ejemplo de reflexión que desde la madurez le ayuda a asomarse a su adolescencia. Las luces y sombras del espadachín alumbran las inseguridades, inquietudes, miedos y esperanzas de este grupo que canalizan sus sentimientos a través de una obra que deciden adaptar a su manera para hacerla propia. La inclusión de un personaje femenino que no aparecía en el guion original y todas las referencias a la cultura actual y de todos los tiempos como canciones recientes o la literatura de Kafka, Shakespeare y Salinger nos hacen pensar que no estamos ante una historia al estilo El Club de los poetas muertos -que se originó como una película y más tarde se convirtió en libro- sino ante una propuesta nueva totalmente recomendable ya que el autor es profesor de secundaria y este libro está inspirado en una experiencia similar. Pablo Gutiérrez quiso aprovechar la fascinación de sus alumnos de bachillerato hacia la adaptación cinematográfica de Cyrano de Bergerac, y propuso leer el libro en voz alta en clase. Más tarde, los alumnos la representaron en forma de teatro ante todos sus compañeros del instituto y, lo mismo que en el libro de ficción que Pablo escribió más tarde, los alumnos experimentaron el valor de la amistad, el dolor, la inseguridad, la vergüenza de actuar en público, etc. y también destacó la motivación hacia la lectura y el descubrimiento del teatro.

Publicado en CULTURAMAS

sábado, 12 de junio de 2021

Lo que vuelve a casa y otros árboles (Nieves Rodríguez, texto y Teresa Novoa, ilustraciones)

 Editorial Anaya (Sopa de libros. Teatro infantil). Publicado en 2017. 80 páginas. A partir de los 12 años de edad.

Creo en la filosofía como lugar de reflexión y esperanza. Creo que el teatro puede hacer de la filosofía un hecho encarnado. Por eso creo que la pregunta se presenta como el único refugio posible ante las realidades del mundo: ¿Por qué?, ¿por qué?

(del prólogo, por parte de la autora)

A veces la realidad es tan dura que pretendemos ocultarla a los más pequeños, pero pocas veces con éxito porque no podemos controlar otros factores como el entorno, los medios de comunicación y alguna conversación que se nos escapa. Aunque las nuevas corrientes educativas y los profesionales recomiendan contar la verdad y no enmascarar procesos tan naturales e inevitables como el duelo, las enfermedades mentales o los conflictos no siempre es fácil y los especialistas optan por dar otra visión a hechos difíciles de entender.

Es lo que encontramos con esta obra teatral que ficciona y da un final diferente y positivo a la terrible noticia sobre el sobre el secuestro de un gran número de niñas que tuvo lugar un 14 de abril del año 2014. Las niñas estudiaban en un colegio femenino de Nigeria y un grupo terrorista conocido como Boko Haram (cuya traducción equivale a: «a educación occidental es pecado») consideraba que ellas, por su naturaleza femenina, no tenía derecho a una educación. Este suceso sacudió la conciencia de personas de todo el mundo y muchos famosos pidieron su puesta en libertad, aunque sin éxito.

La historia se inspira en esta noticia a partir de una premisa que la autora de la misma, Nieves Rodríguez, parece no querer dejar pasar. El grupo terrorista secuestró un total de 276 niñas y se dio a conocer que mientras 196 continúan cautivas, 57 escaparon y consiguieron liberar a 21. Las cuentas no salen porque faltan dos niñas se las que no se sabe nada. Y nadie a vuelto a hablar de ellas.

Lo que vuelve a casa (y otros árboles) se centra únicamente en dos personajes,  dos niñas llamadas Alika y Vega que pertenecen a realidades socioculturales muy diferentes. La primera de ellas, Alika, vive en África y recuerda cómo transcurría su jornada escolar y todo lo que sucedió el día que las raptaron hasta que consiguió huir saltando del camión donde las escondieron. Por su parte, Vega es española y se aburre en clase y cuando de repente ve humo salta con su tirachinas cerca de un árbol.

Escondida en el hueco del árbol Vega encuentra a una niña muy asustada y a pesar de no compartir ninguna lengua en común -como suele ocurrir con los niños- son capaces de comunicarse y ayudarse para volver a sus respectivas casas. Gracias a las huellas del camión desde el que saltó Alika llega a su aldea en África donde Vega encuentra el tirachinas y también ella logra regresar a su colegio.

Las dos pequeñas cuentan todo lo ocurrido a sus padres, pero nadie las cree. En cambio su historia le sirve al lector para conocer las diferencias que todavía padecen los niños menos afortunados – ya sea en África, Europa o España- y sobre todo las niñas. Los privilegiados no suelen saber que lo son, pero el lugar de nacimiento es determinante para su suerte.

Las imágenes en color de Teresa Nova son muy realistas y más que profundizar en detalles se vuelcan en los sentidos para fundirse en lo más esencial de la historia.

Realidad, fantasía, reflexión, sororidad, entendimiento y sobre todo esperanza, es lo que caracteriza esta obra de teatro que incluye al final hasta cuatro formas de regar un árbol que no son más que fabulosas propuestas de escritura colaborativa e interactiva muy útiles para crecer como persona críticas. (1) Cómo dotar de acción a todo lo que les sucede a las dos niñas de la historia. (2) Pensar otro final para la historia. (3) Se aconseja abrazar un árbol y colgar en sus ramas nuestros mejores deseos. (4) Reflexionar sobre la violencia, el terrorismo y qué significa ser niña.

Esta obra es todo un acierto para leer en clase e incluso representarla, para ello se dan las claves en esta web

Nieves Rodríguez Rodríguez tiene un Máster en Escritura Creativa en la Universidad Complutense de Madrid y otro de Filosofía Práctica y Teórica por la UNED, además de estudiar Dramaturgia en la RESAD. En la actualidad es profesora de Literatura y Escritura en la Escuela Internacional del Gesto de Madrid y dramaturga e investigadora en la compañía Txanka Kua (Laboratorio de nuevos lenguajes tecnológicos) de Málaga.

Publicado en CULTURAMAS