Editorial Anaya (Sopa de libros. Teatro infantil). Publicado en 2017. 80 páginas. A partir de los 12 años de edad.
Creo en la filosofía como lugar de reflexión y esperanza. Creo que el teatro puede hacer de la filosofía un hecho encarnado. Por eso creo que la pregunta se presenta como el único refugio posible ante las realidades del mundo: ¿Por qué?, ¿por qué?
(del prólogo, por parte de la autora)
A veces la realidad es tan dura que pretendemos ocultarla a los más pequeños, pero pocas veces con éxito porque no podemos controlar otros factores como el entorno, los medios de comunicación y alguna conversación que se nos escapa. Aunque las nuevas corrientes educativas y los profesionales recomiendan contar la verdad y no enmascarar procesos tan naturales e inevitables como el duelo, las enfermedades mentales o los conflictos no siempre es fácil y los especialistas optan por dar otra visión a hechos difíciles de entender.
Es lo que encontramos con esta obra teatral que ficciona y da un final diferente y positivo a la terrible noticia sobre el sobre el secuestro de un gran número de niñas que tuvo lugar un 14 de abril del año 2014. Las niñas estudiaban en un colegio femenino de Nigeria y un grupo terrorista conocido como Boko Haram (cuya traducción equivale a: «a educación occidental es pecado») consideraba que ellas, por su naturaleza femenina, no tenía derecho a una educación. Este suceso sacudió la conciencia de personas de todo el mundo y muchos famosos pidieron su puesta en libertad, aunque sin éxito.
La historia se inspira en esta noticia a partir de una premisa que la autora de la misma, Nieves Rodríguez, parece no querer dejar pasar. El grupo terrorista secuestró un total de 276 niñas y se dio a conocer que mientras 196 continúan cautivas, 57 escaparon y consiguieron liberar a 21. Las cuentas no salen porque faltan dos niñas se las que no se sabe nada. Y nadie a vuelto a hablar de ellas.
Lo que vuelve a casa (y otros árboles) se centra únicamente en dos personajes, dos niñas llamadas Alika y Vega que pertenecen a realidades socioculturales muy diferentes. La primera de ellas, Alika, vive en África y recuerda cómo transcurría su jornada escolar y todo lo que sucedió el día que las raptaron hasta que consiguió huir saltando del camión donde las escondieron. Por su parte, Vega es española y se aburre en clase y cuando de repente ve humo salta con su tirachinas cerca de un árbol.
Escondida en el hueco del árbol Vega encuentra a una niña muy asustada y a pesar de no compartir ninguna lengua en común -como suele ocurrir con los niños- son capaces de comunicarse y ayudarse para volver a sus respectivas casas. Gracias a las huellas del camión desde el que saltó Alika llega a su aldea en África donde Vega encuentra el tirachinas y también ella logra regresar a su colegio.
Las dos pequeñas cuentan todo lo ocurrido a sus padres, pero nadie las cree. En cambio su historia le sirve al lector para conocer las diferencias que todavía padecen los niños menos afortunados – ya sea en África, Europa o España- y sobre todo las niñas. Los privilegiados no suelen saber que lo son, pero el lugar de nacimiento es determinante para su suerte.
Las imágenes en color de Teresa Nova son muy realistas y más que profundizar en detalles se vuelcan en los sentidos para fundirse en lo más esencial de la historia.
Realidad, fantasía, reflexión, sororidad, entendimiento y sobre todo esperanza, es lo que caracteriza esta obra de teatro que incluye al final hasta cuatro formas de regar un árbol que no son más que fabulosas propuestas de escritura colaborativa e interactiva muy útiles para crecer como persona críticas. (1) Cómo dotar de acción a todo lo que les sucede a las dos niñas de la historia. (2) Pensar otro final para la historia. (3) Se aconseja abrazar un árbol y colgar en sus ramas nuestros mejores deseos. (4) Reflexionar sobre la violencia, el terrorismo y qué significa ser niña.
Esta obra es todo un acierto para leer en clase e incluso representarla, para ello se dan las claves en esta web
Nieves Rodríguez Rodríguez tiene un Máster en Escritura Creativa en la Universidad Complutense de Madrid y otro de Filosofía Práctica y Teórica por la UNED, además de estudiar Dramaturgia en la RESAD. En la actualidad es profesora de Literatura y Escritura en la Escuela Internacional del Gesto de Madrid y dramaturga e investigadora en la compañía Txanka Kua (Laboratorio de nuevos lenguajes tecnológicos) de Málaga.
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