Editorial Edebé. Año 2022. 484 páginas. 12 años en adelante.
Tampoco él encuentra, al otro lado de esta, lo que esperaba. En lugar de seis astronautas jóvenes, ve a seis sujetos ajados y necesitados de atención médica urgente. Durante los primeros instantes, de hecho, hasta le cuesta reconocer quién es quién.
La segunda entrega de la trilogía Doce soles empieza en un punto crítico. Los doce adolescentes de diferentes nacionalidades que son enviados al espacio y deben aprender sobre el universo y cómo sobrevivir solos se han separado. Ahora la trama se alterna en tres grupos: cuatro chicos que continúan en Encélado, otros tres en Calypso y seis a bordo del Marlín Negro que se han perdido y solo poseen comida para tres semanas. Entre el grupo de los perdidos se encuentra Sol, la española que logró destacar en la primera entrega, Encélado, y que además los hechos están focalizados desde su punto de vista ya que ella es la narradora. Sin embargo, cuando los capítulos se centran en los otros dos equipos o en lo que sucede en la Tierra la voz narrativa es externa.
Además de Sol, Zach, Amador, Hekla, Lou y Min se encuentran a bordo del huevo alienígena y su objetivo principal es descubrir dónde están para lograr regresar. Han llegado a un lugar hermoso y bastante rico que les hace pensar en el paraíso pero también tienen que estar muy alerta ante posibles amenazas y peligros. Nada más llegar a suelo firme, los chicos no dudan en explorar el lugar para buscar comida y también se disponen a construir un refugio y analizan todo lo que les rodea. Cuando estaban los doce juntos aprendieron a ser responsables, a trabajar en equipo y a ser autosuficientes. Por este motivo, ante una situación nueva actúan buscando solución porque tal vez ese lugar donde se encuentran se convierta en su hogar durante largo tiempo.
La convivencia es tan importante como el alimento y la seguridad. Por ello, los adolescentes se ven obligados a madurar al mismo tiempo que resuelven sus conflictos personales porque toda relación está sujeta a cambios, dificultades y conviene adaptarse sobre la marcha, sobre todo cuando la vida de uno depende de la del resto.
A destacar también cómo viven el resto de compañeros sus diferentes destinos. Eri y Dipi están en la Calypso y los otros cuatro en Encélado. Sin embargo, lo que más atrapa al lector son las grandes dosis de acción y misterio que envuelve todos los acontecimientos. La agilidad de la trama y la fuerte personalidad de los jóvenes personajes logra transmitirnos los sentimientos que experimentan este grupo de chicos y chicas con poco en común que se ven empujados a valerse por sí mismos sin capacidad de decidir sobre su destino y cuyas accionepueden perjudicar o beneficiar a toda la humanidad.
La sinopsi editorial asegura que Tubulares tiene en común con la serie Stranger Things el protagonismo de un grupo; y con Avatar la bella ambientación en un universo alternativo, y no podemos estar más de acuerdo.
