Es una obra teatral del siglo XVII (Barroco), estructurada en tres actos, y escrita en verso.
Al comienzo de esta obra, Segismundo, el joven protagonista, se encuentra encerrado en una torre en medio del monte. Su única compañía era Clotaldo, su carcelero. El rey había encerrado a su hijo, Segismundo, debido a una profecía según la cual lo derrocaría del trono. El rey Basilio, decide soltarlo un día y darle una oportunidad, para ver si está cuerdo y es apto para el gobierno de un reinado. Para ello le dan un somnífero y se despierta en palacio. Por ciertas razones deciden encerrarlo de nuevo, durmiéndolo nuevamente con un somnífero. Segismundo piensa que todo aquello que le había sucedido (aquel trato respetuoso, servicial...) había sido un sueño. En el último acto se solucionan todas las cuestiones y se desvela el final de Segismundo y de la relación con su padre.
Al tiempo hay otra historia paralela, pero confluyen a lo largo de la novela intercalándose. En ésta segunda se trata el tema del honor, donde Rosaura tendrá que recuperar la honra.
A pesar de ser una obra teatral escrita un verso y en el siglo XVII, no es una novela difícil de leer si se lee con interés. La ya mencionada es corta; tiene en torno a 3320 versos. La obra es una sucesión contínua de hechos, comparable a una de las actuales películas de acción. Ésta es una de las características fundamentales del teatro Barroco: la acción. Su finalidad es además entretener al público. Esta obra ha sido capaz de mantener en mí una cierta intriga. No se la aconsejo a todo el mundo, pues es necesario que al lector le guste la literatura clásica.
Ver soliloquio de Segismundo: