Editorial Wonderbooks. Fecha de lanzamiento 17.1.22. 304 páginas. De quince años en adelante.
Libro cedido por gentileza de Casa del Libro para su reseña en nuestro blog.
Alas de Furia es el primer título de una saga. Nos movemos en el antiguo mundo Griego, codeándonos con los antiguos dioses (Helios, Cronos, Gea...) y titanes.
Después de derrocar a su propio padre Urano (Cielo), Cronos, hijo de este y de Gea (Tierra) vive gobernando el mundo en un aparente periodo de paz, pero en el cual reina como dueño y señor de todas las almas. De modo especial serán las mujeres las que se encuentren sometidas a merced de los caprichos de los hombres.
Fue su propia madre, Gea, la que vaticinó a Geos que sería derrocado por uno de sus hijos, al igual que había hecho él arrancándole la corona a su padre. Por ello tenía una fuerte obsesión que le llevaba a comerse a sus propios hijos.
Una antigua sirvienta de Cronos, Stavra Lambros, había conseguido alejarse de las garras del dictador y se había acogido con sus tres hijas a la seguridad del Templo Madre de las vestales que adoraban a Gea, diosa de la Tierra.
Pero la veleidad de este dios vendrá a traer la desgracia del Templo y, de modo especial, de Stavra y sus tres hijas.
En un mundo de maldiciones, oráculos, titanes y Dioses, las res niñas se verán sometidas a un destino inesperado que ni ellas mismas comprenden. La pequeña Alea Lambros tendrá que cargar con la promesa hecha a su madre de cuidar de sus hermanas. Nunca se habría imaginado que el cumplimiento de esa promesa le implicaría en una guerra entre titanes divididos por sus propios intereses. Tendrá que enfrentarse al mismísimo Geos, dios tiránico y supremo de la Primera Casa.
¿Pero cómo puede ser esto? Es imposible que unas simples mortales puedan cumplir con esa misión. Pero es que nada es lo que parece. Los oráculos saben lo que se dicen y, al final, el destino tendrá que cumplirse. Una misión que significará muchos grandes sacrificios, teniendo que poner siempre la misión por encima de los propios intereses e, incluso, de la propia vida.
Una lectura emocionante, de ritmo ágil y que nos mete de lleno en la mitología Griega.
Muy recomendable.