Julia y el tiburón (Kiran Millwood)

 Editorial Bambú. Año 2022. 216 páginas. 10 años en adelante.

No puedo asegurarte que fuera un tiburón más viejo que los árboles el que me salvó la vida. No puedo asegurarte que fuera su inmenso cuerpo el que se movió bajo mis pies en ese mar helado para impulsarme hacia la superficie, donde el capitán Bjorn y su barco me estaban esperando.

Julia tiene 10 años en el verano que decide acompañar a sus padres hasta la isla de Unst en Shetland (Escocia). El viaje es duro porque todo el trayecto es en coche y tardan nada menos que cuatro días desde su hogar en Cornualles en los que tienen que lidiar con los caprichos de la gata Ramen a quien su padre adora. Aunque la excusa para no viajar en tren además de su amiguita es la cantidad de libros que su padre necesita para realizar su trabajo "con números".

La madre de Julia se dedica a estudiar criaturas marinas como algas y ballenas, aunque lo que realmente le apasiona es encontrar un tiburón de Groenlandia de gran tamaño. Julia sabe que su madre quiere encontrar el tiburón para investigar la cura de enfermedades como la demencia precoz que sufrió su abuela. Por eso, la niña entiende que cuando su madre recibe negativas para subvencionar su estudio compre un barco para emprender la búsqueda ella sola. En sus vacaciones de verano, la familia se alojará en un faro propiedad de un señor cuyo nieto es el cabecilla de un grupo que le hace la vida imposible a Kin, un chico de la edad de Julia con quien congeniará a la perfección.

Sin embargo, algo terrible sucede y Julia se ve obligada a tomar el timón de forma literal. Enmedio del océano y haciendo frente al miedo, a la desesperación y a una tormenta con naufragio incluido, Julia será capaz de poner en orden sus pensamientos y también a sobrevivir gracias a un tiburón. Porque Julia logra encontrar el tiburón que, según su madre: "es más viejo que los árboles", pero antes será testimonio del dolor y la devastación que sufre su progenitora porque no puede evitar los rechazos y que todo le salga mal. A todos nos ocurre algo parecido cuando las cosas no nos van bien, pero la madre de Julia lo sufre de forma mucho más intensa y Julia lo absorbe y nos lo hace ver. 

La autora del texto y el ilustrador son pareja y es la primera vez que publican una obra juntos. Las ilustraciones interiores en blanco y negro suelen ocupar una página, parte de ella o se funden con la hoja en blanco y a veces contienen palabras escritas con una disposición el texto que transmite el aturdimiento y el descontrol del dolor. Únicamente aparece un color, el amarillo del impermeable de la madre de Julia que al final del libro la niña se pone y parece que ambas compartan sentimientos y también el desequilibrio mental que aquejó a a la abuela de Julia. Sin embargo, eso no quiere decir que la niña corra la misma suerte y que en un futuro sufra de bipolaridad.

Al final del libro se incluye información en forma de enlaces sobre Recursos sobre naturaleza y también Recursos sobre salud mental. En ambos bancos de recursos, los autores se dirigen en primera persona al joven y adolescente para insistir en la necesidad de frenar el cambio climático cambiando nuestros hábitos y respetado los animales y la importancia de confiar en los adultos para hablar de los sentimientos y emociones.