Editorial SM. Publicado en 2020. 32 páginas. A partir de los 4 años de edad.
Muchas veces, una mascota se convierte en uno de nuestros mejores amigos y cuando se marchan para siempre sentimos mucho dolor. Esta historia nos cuenta que ante la muerte inevitable de un ser querido debemos pensar que no todo acaba allí porque Alfi ya no está junto a Inés... o tal vez sí.
A través de una serie de cartas que Alfi, el perrito de Inés, le envía a su amiga desde el cielo sabemos la gran amistad que compartían.
Allí, en el cielo, Alfi puede hacer lo que más le gusta, como por ejemplo comer todo tipo de chucherías que también incluyes las cacas. Además, no tiene por qué sufrir los celos de los gatos y hay muchos perritos como él con los que entablar amistad.
A lo largo de las cartas, Alfi recuerda los buenos momentos que pasó junto a Inés y aunque la echa muchísimo de menos, se siente muy a gusto allí. En cambio, la actitud de Inés, por el contrario, es totalmente diferente y contrastan con el mensaje positivo del perrito. En las magníficas ilustraciones de Patricia Metola vemos que Inés es incapaz de levantar cabeza a pesar de los esfuerzos de sus padres. Al final, una última carta de Alfi pidiéndole que lo salude consigue que ella, por fin asuma todo lo que ha pasado y, de nuevo, intente llevar una vida normal.
Una preciosa historia que trata el tema de un ser querido de manera clara y sin rodeos. La muerte de una mascota puede llegar a devastar los ánimos de los más pequeños, pero podemos aliviarles poco a poco. De este modo, la superación del duelo por un animal se puede extrapolar también a la ausencia de un familiar. Además, es una manera sencilla de introducir a los niños en la escritura de cartas, un bonito hábito que no debemos dejar perder.
Davwn McNiff es una autora de literatura infantil y juvenil de origen británico a la que le encanta escribir en cafeterías. Además, asegura haber hecho todo tipo de trabajos y el que más le ha gustado es el de momia. Dawn ha escrito, entre otros: How Not To Be Weird, Little Celeste, Chicken Tricken y Worry Magic.
Patricia Metola es una diseñadora y artista gráfica madrileña que también tiene una amplia experiencia como escritora de libros para los más pequeños. En la actualidad es la encargada de la dirección de arte de la Editorial Narval, desde 2011 hasta 2018, maquetando y diseñando, revisando proyectos y tutelando toda la parte de arte y dirección artística.
Ha ilustrado libros como Piara, de Mónica Rodríguez (Narval) y La gota gorda (SM).
En su página web podemos conocer parte de su trabajo.
A través de una serie de cartas que Alfi, el perrito de Inés, le envía a su amiga desde el cielo sabemos la gran amistad que compartían.
Querida Inés:Ahora vivo en el cielo de los perros porque me he muerto.Esta es la primera de muchas cartas que el perrito Alfi le envía a su amiguita Inés. La niña se encuentra muy triste, pero gracias a las cartas de su mejor amigo entiende que aunque él está lejos es feliz.
Allí, en el cielo, Alfi puede hacer lo que más le gusta, como por ejemplo comer todo tipo de chucherías que también incluyes las cacas. Además, no tiene por qué sufrir los celos de los gatos y hay muchos perritos como él con los que entablar amistad.
A lo largo de las cartas, Alfi recuerda los buenos momentos que pasó junto a Inés y aunque la echa muchísimo de menos, se siente muy a gusto allí. En cambio, la actitud de Inés, por el contrario, es totalmente diferente y contrastan con el mensaje positivo del perrito. En las magníficas ilustraciones de Patricia Metola vemos que Inés es incapaz de levantar cabeza a pesar de los esfuerzos de sus padres. Al final, una última carta de Alfi pidiéndole que lo salude consigue que ella, por fin asuma todo lo que ha pasado y, de nuevo, intente llevar una vida normal.
Una preciosa historia que trata el tema de un ser querido de manera clara y sin rodeos. La muerte de una mascota puede llegar a devastar los ánimos de los más pequeños, pero podemos aliviarles poco a poco. De este modo, la superación del duelo por un animal se puede extrapolar también a la ausencia de un familiar. Además, es una manera sencilla de introducir a los niños en la escritura de cartas, un bonito hábito que no debemos dejar perder.
Davwn McNiff es una autora de literatura infantil y juvenil de origen británico a la que le encanta escribir en cafeterías. Además, asegura haber hecho todo tipo de trabajos y el que más le ha gustado es el de momia. Dawn ha escrito, entre otros: How Not To Be Weird, Little Celeste, Chicken Tricken y Worry Magic.
Patricia Metola es una diseñadora y artista gráfica madrileña que también tiene una amplia experiencia como escritora de libros para los más pequeños. En la actualidad es la encargada de la dirección de arte de la Editorial Narval, desde 2011 hasta 2018, maquetando y diseñando, revisando proyectos y tutelando toda la parte de arte y dirección artística.
Ha ilustrado libros como Piara, de Mónica Rodríguez (Narval) y La gota gorda (SM).
En su página web podemos conocer parte de su trabajo.
Para ayudar a superar la fase de duelo, podemos acompañar la lectura del libro con una serie de 5 consejos que se incluyen en la página web de la Editorial SM:
- Habla con sinceridad: busca el momento adecuado para mantener una charla tranquila sobre lo sucedido. Aunque sea duro, hay que decir la verdad al hablar de la muerte y explicar qué implica, es decir, la ausencia del animal. Debemos desechar cualquier sentimiento de culpa y responder sus dudas de la manera más sencilla posible.
- Despedida: la familia puede decir adiós a la mascota mediante un ritual: un funeral privado, plantar un árbol, hacer una placa conmemorativa… Es bueno despedirse de nuestros seres queridos para aceptar la realidad y seguir adelante.
- Juega si te lo pide: a menudo, los más pequeños no saben cómo expresar su dolor y utilizan el juego como canal, recreando situaciones con su mascota desaparecida. Ayúdale a sobrellevarlo tomando parte en sus juegos imaginarios.
- Comparte tu pena: seguro que tú también echas de menos a tu mascota desaparecida. No debemos reprimir las emociones, pues son parte de la vida. Además, podréis consolaros mutuamente y estrechar vínculos de confianza.
- Recordad a vuestra mascota: pasados los días, es bueno recordar al ser maravilloso que ya no está, pero que tanto nos dio. De nada sirve tratar la muerte como tema tabú. Cuando surja, hablad de vuestra mascota con naturalidad y cariño, recordando los buenos momentos que pasasteis juntos.
Inés está triste porque su perro Alfi se ha muerto. Pero un día recibe una carta desde el cielo de los perros y descubre que Alfi no está tan mal allí.
a pérdida de una mascota puede ser la primera experiencia relacionada con la muerte a la que un niño ha de enfrentarse, muestra de la otra cara de la vida con la que todos tendremos que lidiar antes o después. La respuesta de los niños ante la pérdida de un ser querido varía según su carácter y las circunstancias: por lo general, a los menores de cinco años aún les cuesta entender el concepto de muerte y consideran esa desaparición física una especie de misterio, hecho que sí comprenden y lamentan en edad escolar, y que provoca montones de preguntas a los que rondan la adolescencia. Leer juntos libros adecuados para cada edad, facilita el diálogo y puede ayudarles a sobrellevar el duelo.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Nos interesa tu opinión