Editorial Planeta. Publicado en noviembre de 2016. 528 páginas. A partir de los 13 años de edad.
La lucha de Jacob y el resto de niños peculiares continúa. Deben salvar a Miss Peregrine, aunque los peligros que los acechan aumentan. Por otra parte, Jacob empieza a desarrollar nuevos poderes para proteger a los niños peculiares.
Estos poderes recién adquiridos permiten a Jacob viajar a otras épocas y lugares lejanos en el tiempo. Allí conocerá todo tipo de criaturas realmente fascinantes que se incorporan al catálogos de personajes que engrosan el mundo fantástico que ha escogido Jacob.
Una muestra más de que los niños peculiares, los otros, los diferentes son merecedores de nuestra atención. Lo que más destaca de la trilogía es que los niños son seres únicos no tanto por sus capacidades extraordinarias sino por su personalidad. Se caracterizan por una forma de entender el mundo y el resto de seres que los habitan desde el corazón. Cada uno tiene un carácter muy definido y particular, pero ello no impide que hagan esfuerzos para ayudarse y que todos puedan contar con el resto. También es importante recalcar la capacidad para crecer ante la adversidad de estos niños. Si bien al principio se presentaron como niños que nunca habían abandonado las inmediaciones de la escuela, en cada nuevo libro y tras cada peligro han evolucionado porque la necesidad así se lo ha exigido.
Otro de los logros es la oportunidad de leer una novela tan visual ya que el hecho de ofrecer imágenes de fotografías antiguas (propiedad del autor, que coleccionaba desde hace tiempo) hace que sea más verídica y favorece la empatía hacia los personajes.
Una singular historia de superación, amistad, amor por el otro que hace que esta saga sea imprescindible. Está contada con un ritmo excelente llena de acción, sentimientos, unión de grupo, lealtad y bondad.
Estos poderes recién adquiridos permiten a Jacob viajar a otras épocas y lugares lejanos en el tiempo. Allí conocerá todo tipo de criaturas realmente fascinantes que se incorporan al catálogos de personajes que engrosan el mundo fantástico que ha escogido Jacob.
Una muestra más de que los niños peculiares, los otros, los diferentes son merecedores de nuestra atención. Lo que más destaca de la trilogía es que los niños son seres únicos no tanto por sus capacidades extraordinarias sino por su personalidad. Se caracterizan por una forma de entender el mundo y el resto de seres que los habitan desde el corazón. Cada uno tiene un carácter muy definido y particular, pero ello no impide que hagan esfuerzos para ayudarse y que todos puedan contar con el resto. También es importante recalcar la capacidad para crecer ante la adversidad de estos niños. Si bien al principio se presentaron como niños que nunca habían abandonado las inmediaciones de la escuela, en cada nuevo libro y tras cada peligro han evolucionado porque la necesidad así se lo ha exigido.
Otro de los logros es la oportunidad de leer una novela tan visual ya que el hecho de ofrecer imágenes de fotografías antiguas (propiedad del autor, que coleccionaba desde hace tiempo) hace que sea más verídica y favorece la empatía hacia los personajes.
Una singular historia de superación, amistad, amor por el otro que hace que esta saga sea imprescindible. Está contada con un ritmo excelente llena de acción, sentimientos, unión de grupo, lealtad y bondad.
Ransom Riggs es un escritor norteamericano que estudió Cine y Literatura Inglesa en la Universidad. Tiene experiencia como realizador de cortometrajes en Internet y blogs.
Las dos primeras partes de la saga se pueden leer en este blog:
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