Ediciones Siruela. Colección Nuevos tiempos. Año 2011. 232 páginas. De 17 años en adelante.
Un libro muy duro contado de un modo diferente que puede enriquecer a las personas.
El esqueleto de la historia: una familia destrozada por la muerte de una hija/hermana en atentado terrorista por extremistas islámicos: la familia se desintegra. La madre abandona el hogar, el padre se da al alcohol y cae en una depresión con tintes de esquizofrenia; la hermana gemela de la difunta tiene que hacer de madre aunque la edad ya le pide tener su propia vida... y el enano, Jammie, que no se entera de nada y sin embargo es el encargado de contarnos la historia.
De hecho es el filtro de una mentalidad de niño de 10 años el que suaviza la situación llegando, incluso, a provocar la risa narrando situaciones realmente dramáticas.
Jammie quiere rehacer la familia, hacer que las cosas vuelvan a ser como eran antes -como habían sido siempre-. A la vez tiene que comenzar una vida nueva, en un colegio nuevo y en una ciudad distinta.
No comprende como los mayores etiquetan a las personas. Llega a comprender que no "todos los musulmanes se dedican a construir bombas en sus casas" como ha oído decir muchas veces a su padre. Incluso, parece que la única normal que hay en su clase y que le dirije la palabra para decir algo distinto de un insulto es musulmana.
Muchas consecuencias buenas pueden sacarse de la lectura del libro que se lee de corrido y es, en medio de la dramaticidad de la historia, una lectura que fácilmente te hará sonreir más de una vez.
Por poner un pero, no me ha gustado mucho las referencias a la religión cristiana. Parece que en el intento de comprender a los musulmanes es un poco irreverente, en ocasiones, a la fe de los protagonistas. De todas maneras no es el tema central ni tiene mayor importancia.
Un libro muy duro contado de un modo diferente que puede enriquecer a las personas.
El esqueleto de la historia: una familia destrozada por la muerte de una hija/hermana en atentado terrorista por extremistas islámicos: la familia se desintegra. La madre abandona el hogar, el padre se da al alcohol y cae en una depresión con tintes de esquizofrenia; la hermana gemela de la difunta tiene que hacer de madre aunque la edad ya le pide tener su propia vida... y el enano, Jammie, que no se entera de nada y sin embargo es el encargado de contarnos la historia.
De hecho es el filtro de una mentalidad de niño de 10 años el que suaviza la situación llegando, incluso, a provocar la risa narrando situaciones realmente dramáticas.
Jammie quiere rehacer la familia, hacer que las cosas vuelvan a ser como eran antes -como habían sido siempre-. A la vez tiene que comenzar una vida nueva, en un colegio nuevo y en una ciudad distinta.
No comprende como los mayores etiquetan a las personas. Llega a comprender que no "todos los musulmanes se dedican a construir bombas en sus casas" como ha oído decir muchas veces a su padre. Incluso, parece que la única normal que hay en su clase y que le dirije la palabra para decir algo distinto de un insulto es musulmana.
Muchas consecuencias buenas pueden sacarse de la lectura del libro que se lee de corrido y es, en medio de la dramaticidad de la historia, una lectura que fácilmente te hará sonreir más de una vez.
Por poner un pero, no me ha gustado mucho las referencias a la religión cristiana. Parece que en el intento de comprender a los musulmanes es un poco irreverente, en ocasiones, a la fe de los protagonistas. De todas maneras no es el tema central ni tiene mayor importancia.
Estupendo blog.
ResponderEliminarTe dejo un enlace al mi blog.
http://espiralesdetinta.blogspot.com/
En él, cuelgo los bocetos de los dibujos que he publicado.
Un saludo.
me encanta el blog pasaros por el mio
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