La obra narra las aventuras y desventuras de un muchacho vasco, Martín Zalacaín, nacido en Urbía y criado por el viejo Miguel Tellagorri, un cínico de la taberna del Arcale. Su hermana, la Ñasía o Ignacia es pretendida de amores por el señorito Carlos de Ohando, de familia rica, su enemigo y hermano de Catalina, a quien Zalacaín ama.
Zalacaín, una vez adulto, emprenderá sus aventuras por la frontera hispano-francesa, donde se dedica al trafico ilegal. Cuando estalla la guerra carlista, se une en un primer bando a los carlistas, llegando a acometer misiones peligrosas. Pero en cuanto puede, deserta y se pasa al bando de los isabelinos. Las aventuras están siempre marcadas por su amor a Catalina y su odio a Carlos, del bando carlista, y este conflicto permanecerá hasta el final violento de la obra.
Esta obra es todo un clásico de la literatura española de los inicios del siglo XX, que recomiendo vivamente por su calidad tanto técnica como argumental. Baroja es todo un genio en la narración ágil de la acción y de la descripción de lugares y personajes con pocas pinceladas. El libro resultará entretenido y una lectura agradable y con aportación intelectual. Quizá haya que señalar cierto tono anticlerical en algunos pasajes, pues Baroja prentende mostrar al clero como muy tradiconalista, carlista, del bando de los "malos", llegando a la exageración y a la crítica ridícula.
Zalacaín, una vez adulto, emprenderá sus aventuras por la frontera hispano-francesa, donde se dedica al trafico ilegal. Cuando estalla la guerra carlista, se une en un primer bando a los carlistas, llegando a acometer misiones peligrosas. Pero en cuanto puede, deserta y se pasa al bando de los isabelinos. Las aventuras están siempre marcadas por su amor a Catalina y su odio a Carlos, del bando carlista, y este conflicto permanecerá hasta el final violento de la obra.
Esta obra es todo un clásico de la literatura española de los inicios del siglo XX, que recomiendo vivamente por su calidad tanto técnica como argumental. Baroja es todo un genio en la narración ágil de la acción y de la descripción de lugares y personajes con pocas pinceladas. El libro resultará entretenido y una lectura agradable y con aportación intelectual. Quizá haya que señalar cierto tono anticlerical en algunos pasajes, pues Baroja prentende mostrar al clero como muy tradiconalista, carlista, del bando de los "malos", llegando a la exageración y a la crítica ridícula.
que sepáis que somos varios profesores los que os leemos para tener más referencias. Son útiles las reseñas aunque tocáis pocos géneros
ResponderEliminarEste libro no me ha gustado mucho, entre otras cosas por el hecho de que me hayan obligado a leerlo y porque, personalmente, prefiero otro tipo de libros y, a veces, no entiendo muy bien el lenguaje empleado.
ResponderEliminarSin embargo, me ha gustado el que este dividido en capítulos tan cortos que hacen menos aburrida la obra y la rapidez con la que se suceden los acontecimientos, evitando que se haga una lectura pesada.
Además, es una buena forma de transmitir la vida en el País Vasco y Navarra durante esta época de las guerras carlistas, aunque hubiera preferido una mayor imparcialidad por parte del autor que a veces critica demasiado a determinados grupos de personas.
Otro aspecto que no me acaba de gustar es el gran número de casualidades que se dan.
Algo que sí lo ha hecho es la facilidad del autor para describir con tan pocas palabras y tan bien, unos personajes y lugares que se hacen fáciles de imaginar.