Editorial Bruño. Año 2011. 298 páginas. De 13 años en delante.
Esta tercera entrega del Joven Templario lleva el Título de "Huérfano del destino".
Después de haber estado sirviendo al caballero del Temple Sir Thomas, Tristán huye de tierra Santa justo en el momento en que los sarracenos están a punto de arrasar las posiciones cristianas pues el Rey Ricardo ha decidido no enviar ayuda a los caballeros Templarios que se mantienen fuertes ante una superioridad numérica aplastante del enemigo.
Pero Tristán no huye por cobardía. Cumple con el encargo de Sir Thomas de llevar a un lugar seguro, al norte de las Islas británicas, el Santo Grial.
Las distintas peripecias del joven en Tierra Santa y rancia se narran en los dos primeros tomos de la trilogía. En este tercero "Huérfano de Destino", nos encontramos a Tristán rescatando a sus compañeros de viaje que han sido capturados por Sir Hugh, un extraño templario pervertido por la codicia de obtener el Grial, que juega un extraño papel junto con Leonor, la Reina Madre.
Parece que la posesión del Grial no le acarrea más que enemigos por donde quiera que pasa. Esta vez están a punto de llegar al destino pues han logrado pasar de Outremar a Inglaterra. Pero el no excesivamente largo trayecto entre Dover y la pequeña aldea escocesa en el que se encuentra el Padre William, destinatario de la Santa reliquia, estará lleno de dificultades.
Parece que sir Hugh tiene oídos en todos los rincones, siempre va dos o tres pasos por delante del trío compuesto por Tristán, Robard y Maryam. Por si fuera poco, los tres jóvenes están constantemente metiéndose en líos y se buscan, sin quererlo, enemigos poderosos como el Shériff de Serwood, los clanes escoceses o los bandoleros y asaltantes de caminos tan frecuentes en aquellos bosques con aldeas diezmadas por los abusivos impuestos.
Una trepidante novela de aventuras digna de un clásico con espadachines y arqueros ambientada en la inglaterra de Ricardo Corazón de León.