domingo, 20 de abril de 2008

El Negociador (Frederick Forsyth)

Editorial Plaza y Janés. De 16 años en adelante.

En 1989, el final de la guerra fría aguarda la mayor crisis. El Presidente Norteamericano Comark y el Presidente del PCUS Gorvachov comienzan a acercar posturas entre ambos países para una mejor convivencia. Para ello es imprescindible un desarme a gran escala.

Sin, embargo, surge una gran conspiración. Por una parte, el Jefe de Estado Mayor soviético planea una invasión transfronteriza para abastecerse de petróleo, en esos momentos un bien impresicindible pero escaso. Por otra parte, unos magnantes americanos del petróleo y de las armas deciden dar un golpe de Estado en Arabia Saudí para conseguir todo su petróleo, así como derribar el gobierno de Comark por la fuerza.
De la conjunción de los conspiradores surge el secuestro de Simon Comark, el hijo del Presidente, que se encuentra estudiando en Oxford. La CIA y Scotland Yard se pondrán pronto manos a la obra para recuperar a Simon, y por eso recurren a un negociador americano, Quin, que se encuentra retirado en Andalucía, donde tranquilamente trabaja sus viñas.

La misión de Quin será muy complicada. Tendrá que ponerse en contacto con los secuestradores y buscar la manera de recuperar a Simon sin enfadar a éstos. El secuestro termina de un modo inesperado, y Quin, acompañado por Samantha, una joven agente que se enamora de él, recorrerá Europa para encontrar quién está detrás de todo.

Un libro con gran intriga, que aguarda lo mejor para el final. Es muy entretenido y gustará a los amantes del género, porque, hay que decirlo, Forsyth es un genio en este ámbito. Nos desvela los secretos de los servicios secretos y de la casa blanca, y nos mete de lleno en una loca carrera por encontrar la verdad y salir con vida. Sin embargo, sobra una escena de cama en el final del capítulo VII y principio del VIII.

domingo, 13 de abril de 2008

El Afgano (Frederick Forsyth)

Plaza y Janés. De 16 años en adelante.
«De haber sabido el joven guardaespaldas talibán que aquella llamada desde el teléfono móvil iba a acabar con su vida, no la habría hecho. Pero llamó, y ocurrió lo que tenía que ocurrir.
El 7 de julio de 2005, cuatro terroristas suicidas hicieron estallar sus mochilas bomba en metros y un autobús del centro de Londres. Cincuenta y dos viajeros murieron y unos setecientos resultaron heridos, de los cuales al menos un centenar quedó lisiado de por vida» (primera página del libro).

Tras este doloroso incidente, los servicios secretos de Estados Unidos y Reino Unido se pondrán manos a la obra para seguir la pista a los terroristas que están detrás de todo. Así, descubriran en la memoria interna de un portátil en Paquistán que Al Qaeda preparan el mayor atentado de la historia contra el "gran diablo occidental" (en palabras de Osama Bin Laden), al lado del cual el 11-S será una minucia. El proyecto se llama Al-Isra, en alusión a un viaje místico que experimentó Mahoma en sus últimos días.

Alertados, se pondrán en contacto con un coronel retirado, Mike Martin, que disfruta de su retiro en una casa de campo en Reino Unido. Este coronel es un experto en operaciones especiales de todo tipo, con misiones en Irlanda, África y Afganistan. Ahora debe acometer la última y más difícil, de la que no volverá: se hará pasar por un terrorista encarcelado en Guantánamo, escapará y se infiltrará en Al-Qaeda, para, si puede, evitar la catástrofe.

Emocionante libro que enganchará a los más aficionados a la intriga. Nos traslada desde las oficinas secretas de la CIA hasta las pestilentas prisiones de Guantánamo y los áridos desiertos de Afganistan, pasando por los mares peligrosos y llenos de contrabandistas de Indonesia.

El libro está estructurado en tres partes. La primera es la presentación de los personajes y la trama. La segunda es un viaje por el pasado del protagonista y sus aventuras por todo el mundo. La tercera parte desarrolla la "Operación palanca", la misión de Martin y su desenlace.

El final, además de dejar a uno sin respiración, puede abrumar. Sin embargo, el libro es muy bueno y poco hay que objetarle.

jueves, 10 de abril de 2008

El Último Trabajo del Señor Luna (César Mallorquí)

Editorial Edebé. 245 páginas. De quince años en adelante.

El Señor Luna es convocado en la selva amazónica por D. Aurelio Coronado, un famoso narcotraficante boliviano. Recibe un trabajo en apariencia muy sencillo: localizar en España a Flor Huanaco, una vulgar peluquera, y acabar con ella.

A Luna le parece un tanto extraño que haya tanto interés por una persona tan vulgar pero no quiere hacer preguntas, le bastará con recibir el medio millón de dólares que vale la cabeza de Flor.

Hay una historia paralela. Se trata de Pablo Sousa, un chaval superdotado que estudia en un proyecto especial del colegio Alberto Magno. Tiene alguna dificultad cuando la chica más guapa del colegio le pide, por favor, que le enseñe matemáticas. No sabe comportarse como un chico normal porque lo suyo hasta ese momento habían sido las matemáticas y no había tenido tiempo para dedicar a las chicas. Pero, eso que siente, parece que es un flechazo.

A la vez Pablo recibe en su casa a una nueva cocinera. Se trata de una boliviana llamada Flor Huanaco. Y aquí se unen las historias.

Persecuciones, secuestros, desengaños amorosos, intentos de suicidio, hacen que esta novela sea difícil de dejar de leer cuando las obligaciones llaman a otra cosa.

Libros Juveniles

miércoles, 9 de abril de 2008

El Libro de los Tres (Lloyd Alexander)

Alfaguara juvenil. A partir de 10 años.
Es el primer tomo de "Las crónicas de Prydain".
Taran es un aprendiz de porquero que desea ser un héroe, pero su trabajo se limita a cuidar de Hen Wen, una cerda adivina. Vive en Caer Dallben, con Coll y Dallben, los dos mayores que él.
La historia comienza cuando el rey Astado, seguidor de Arawn, se dirige a Caer Dallben para robar a Hen Wen y sacarle información, pero Hen Wen siente el peligro y escapa. Taran corre tras Hen Wen pero la pierde de vista y llega a ver al Rey Astado.
Después de este encuentro Taran decide huir y se encuentra con una persona que le ayuda, que resulta ser el príncipe Gwydion. Gwydion está también buscando a Hen Wen, pero para derrotar al Rey Astado, cosa que no va a ser fácil porque éste tiene de su parte a los engendros del caldero, que son muertos-vivientes que sólo obedecen órdenes.
Fácil de leer. La historia se desarrolla muy rápido y mantiene siempre el interés.

Ver vídeo sobre las Crónicas de Prydain:

domingo, 30 de marzo de 2008

Concurso de Microrrelatos en el Colegio Mayor Peñafiel

El Colegio Mayor Peñafiel de Valladolid ha organizado un concurso de microrrelatos entre sus residentes actuales y antiguos. Aquí te pongo algunos de los premiados para que pases el rato... No te llevará mucho tiempo:

4ª MENCIÓN DE HONOR
GARRI PARA LOS AMIGOS
En el cole siempre hablaron de Garri como si fuese un chico raro, y es que, ¿quién no ha pegado los mocos debajo del pupitre alguna vez?. De acuerdo, corría raro, y jugando al fútbol se caía con frecuencia, pero siempre tenía algún detalle con el resto de los chicos... Garri "El mocoso", nunca destacó por su inteligencia, su capacidad expresiva o su destreza física, sin embargo este pequeño individuo de poco pelo rizado pegado a su cabellera y cara noble, consiguió algo que nadie hubiese podido hacer en los tiempos que corrían. Fue algo realmente maravilloso, algo que ni yo, ni muchos de los que presenciamos ese acto, seremos capaces de olvidar. Y es que, sin preámbulos, agarró fuerte de la mano a ... mamá ciérrame la puerta, por favor, que estoy escribiendo algo fantástico. Os he dicho mil veces que no me molestéis mientras escribo... Bueno a los que íbamos... y entonces... entonces, dejaron volar su imaginación hasta puntos insospechados y así conseguir que ella nunca jamás volviera a pensar que era un cero a la izquierda. Desde aquel día todos queremos ser como Garri "El mocoso", ¿acaso a ti no te gustaría ser como él?.
Chema Esbec

3ª MENCIÓN DE HONOR
LA VENTANA

La sobria decoración de tres de las paredes de la habitación contrastaba con la cuarta de ellas. Cuadros de bodegones, naturalezas muertas, paisajes inertes en aquellas. La única conexión con la vida le venía a través de aquel recuadro de cristal. En los días soleados, ese vidrio rectangular parecía alegrar la habitación con un nuevo haz luminoso. Por contraste, los días lóbregos, en su compañía, resultaban aún más lóbregos.
La vida, el movimiento, los afanes y sentimientos humanos llegaban a él procedentes de aquel cristal. A veces podía divisar rostros alegres, gozosos, radiantes de felicidad. En otras jornadas, no alcanzaba a distinguir más que expresiones de tristeza, pesar, aburrimiento. Diríase que aquel mosaico humano entraba en resonancia con su propio estado amplificándolo. A sus gestos de saludo, se veía correspondido por un saludo; sus ademanes de interrogación recibían como respuesta otra seña de interpelación; su mirada airada no parecía ser muy distinta de aquella mirada colérica de quien le observaba.
Pero aquel día no iba a ser un día más. Tal vez la sensación de soledad, tal vez la jaqueca, tal vez la intranquilidad de la propia conciencia le habían hundido en un estado de desasosiego. Y quien observaba a través del cristal parecía encontrase tan solo, tan doliente, tan intranquilo como él. No le gustaba que le observaran de aquella manera. Frunció el ceño. Levantó el mentón, como exigiendo explicaciones y no recibió más que un gesto de interrogación. Parecía que le observaban con antipatía, con desprecio. Su agresivo movimiento de brazos no recibió otra respuesta que una postura semejante. ¡Aquello era el colmo! Irritado, airado, conteniéndose a duras penas alzó el puño y, ante el gesto desafiante de quien le contemplaba, no pudo resistirse. No podía tolerar aquel comportamiento. Rompería la ventana. Increparía a aquel sujeto. Golpeó dura, secamente. Golpeó con el deseo de extender su brazo hasta alcanzarle, hasta que pudiera sentir la garganta atenazada por su puño. Se oyó el estrépito del vidrio al romperse y las llamas de cristal astillado le permitieron ver la pared –la cuarta pared‑ con la marca de sus nudillos sanguinolientos.
Angel Avila

2ª MENCIÓN DE HONOR
HOMO HOMINI LUPUS

Cuando Caperucita llegó a casa de su abuelita, ésta estaba siendo devorada por un sátrapa enviado por el Banco: hacía tiempo que no pagaba la hipoteca.
Francisco Rodriguez Virgili


1ª MENCIÓN DE HONOR

Una luz tenue atravesaba la cortina de color blanco inmaculado, esas que había bordado mi madre con tanto ahínco y encanto. La habitación estaba repleta de todos mis allegados. La cama cansada de soportarme durante tantas lunas y tantos soles. Las antiguas fotografías en sepia de mis padres parecías mirarme, esperando este día tan doloroso a la par que esperado, por ir con ellos, por estar otra vez a su lado. Mi mano resbala de la de mi esposa y de la de mis hijos. Un último vistazo, un último suspiro. Era el final del principio. Era el principio de lo extraño.
Carlos Martínez López Picazo

FINALISTA
THE END

Antes de morir, Morrison consiguió escuchar el grito de la mariposa. Pero cuando la música cesó, las luces se apagaron de todas formas. Nunca hay sorpresas al final.
Oscar Melero

GANADOR
EL ÚLTIMO ADIOS

Eran las doce cuando ella me dijo el último adiós.
-Bésame, por favor, pero cuando lo desees, no porque te consuele.
Entonces supe que no la conocía en absoluto.
Jaime Cosgaya