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lunes, 12 de marzo de 2018

La librería del señor Livingstone (Mónica Gutiérrez)

Editorial Amazon (Autopublcado). Publicado en octubre de 2017. 235 páginas.  A partir de los 14 años de edad.

Somos nuestro pasado. Pero también somos el compendio de un millón de aportaciones del otro, porque nadie es impermeable; y que todos esos pequeños añadidos constituyan una galaxia de buenas y enriquecedoras intenciones depende de quién nos acompañe en el camino.
Esta es una de las muchas bellísimas frases que abundan en este libro que cuenta la historia de una arqueóloga española, Agnés, que descubre una peculiar librería en Londres.

Debido a  la falta de trabajo, Agnés se traslada a esta fría y lluviosa ciudad del  Reino Unido pero allí las cosas no mejoran. Desalentada y demasiadas esperanzas, la joven descubre una oferta de ayudante de librería en el barrio del Temple. El puesto es suyo y al frente del comercio está el señor Edward Livingstone, un señor con la facultad de hacer amigos sin pretenderlo y que consigue reunir a su alrededor los más variopintos lectores y amantes de la buena compañía más que de leer, aunque no lo reconocen. Este librero es pariente lejano del famoso explorador Livingstone y lleva en los genes una curiosidad fuera de lo común, aunque se mantenga en tierra firme y en las profundidades de uno de los barrios más emblemáticos de su ciudad.

La librería  Moonlight Books tiene el pomo en forma de pluma y unas campanillas advierten de la entrada de un futuro lector que verá sus expectativas cumplidas. Por si esto no fuera poco, el techo de la librería permite ver el cielo porque es de cristal.

Una historia que homenajea a los lectores de todo tipo, los creadores de historias de todos los tiempos y sobre todo a los soñadores más osados.

Los personajes son realmente entrañables y con una personalidad muy potente. El niño que pasa todas las tardes en la la librería porque su madre tiene otras cosas que hacer se llama Oliver Twist y tiene una gran imaginación, madurez y capacidad de aprender, pero no tiene amigos. La peculiar Mr. Magoo y la terrible señora Dresden desea que le recomienden libros pero no es capaz de reconocer que le gustan. La bella editora Sioban Clark que desea casarse con el librero, aunque lo ama en secreto.

Un libro que se puede considerar un feelgood o libros con los que disfrutar de una historia sencilla donde todo lo que ocurre no se puede calificar de extraordinario pero que nos lleva a soñar. Los propios personajes aventuran una definición de este género relativamente nuevo:

—Temo que esto no sea más que una de esas novelas feelgood que lee Jasmine, en donde siempre hay un final feliz porque, ¿de qué otra forma podría compensarse a los lectores por todos los problemas y las malas noticias con los que lidian a diario fuera de sus libros?


Mónica Rodríguez Artero es una escritora barcelonesa licenciada en Historia que compagina la escritura de novelas, relatos y poesía con la docencia. Suele dar charlas sobre literatura en su blog Serendipia.

Algunos de sus libros publicados son: Cuéntame una noctalia, Un hotel en ninguna parte y El noviembre de Kate.






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