Editorial Molino. Año 2011. 464 páginas. De 14 años en adelante.
Es el primer libro de una trilogía cuyos dos siguientes títulos son "Insurgente" y "Leal".
Un Chicago semidestruido (distópico) después de una gran guerra, se encuentra dividido en facciones con la intención de poder así mantener un equilibrio social y poder preservar la paz.
Al separar la sociedad en distintas grupos según los impulsos más básicos que determinan la personalidad se pretende evitar de ese modo los enfrentamientos.
Cada miembro reside en la facción en la que nace hasta que a los dieciséis años se someten a la Ceremonia de la Elección. Aquel día, después de una serie de pruebas, cada uno eligirá la facción a la que quiere pretenecer. No hay vuelta atrás.
Después de la elección los candidatos serán sometidos a un período de prueba en el que habrán de demostrar su valía o, de lo contrario, serán expulsados y quedarán como auténticos parias, sin facción, que es lo mismo que decir, sin dignidad, sin protección, sin familia.
Las diferentes facciones son: Abnegación, Osadía, Verdad, Cordialidad y Erudición.
Beatrice pertenece por nacimiento a Abnegación y al someterse a la Elección tendrá que tomar una decisión difícil, no está nada clara su vinculación a una de las facciones. Tiene respuestas "contradictorias" y, aunque pueda parecer algo irrelevante, en su mundo, eso supone una amenaza al orden establecido.
Las pruebas en Osadía son especialmente duras. Han de entrenarse para el combate y la superación del miedo. Tienen que enfrentarse a otros candidatos a veces mucho más fuertes que ellos, o más ágiles, por lo que tendrán que encontrar las habilidades en las que poder apoyarse para vencer al contrincante.
Pero el mayor enemigo es uno mismo: las propias limitaciones, los propios miedos. La competencia es fuerte y no siempre es leal. Si no entras en el grupo de elegidos quedas fuera, sin facción, y por eso la lucha es a muerte.
Los candidatos a osados, especialmente los "trasladados" (que provienen de otras facciones) podrán ser fuertes por fuera pero, sin experiencia y aislados de lo que hasta entonces ha sido toda su vida, todo su mundo, tendrán que soportar -a veces solos- graves conflictos internos. No todos lo superan y es frecuente que algunos se queden en el camino. En Osadía no hay mucho lugar para la compasión o la piedad.
Pero junto al pequeño drama de los candidatos a Osados, algo de mayor calado se va fraguando en la sociedad. Comienzan conflictos entre las distintas facciones e intercambios de acusaciones entre sus líderes. El frágil equilibrio diseñado se está rompiendo y se masca la tragedia...
Una novela en la que el ritmo es trepidante, narrada en primera persona por Beatrice (o Tris), la protagonista. Hay lugar para la lealtad pero abunda más el egoísmo y la traición. La familia está debilitada en pro de la comunidad (las facciones) aunque en los protagonistas hay claramente una añoranza por esos vínculos de la sangre que en esa sociedad están muy aguados y, en ocasiones, mal vistos.
A veces la autora abusa un poco de la sensualidad en las relaciones amorosas que desdibujan el verdadero vínculo de un amor que se ve sometido, en ocasiones, a pruebas absolutamente desgarradoras y que solo se entiende desde algo mucho más profundo que una atracción sensualoide.
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