miércoles, 6 de febrero de 2019

Eso es un secreto que solo sé yo (Eulàlia Canal, texto y Zuzanna Célej , ilustraciones)

Editorial Algar (Colección Calcetín Amarillo). Traducción del catalán por Teresa Broseta. Publicado en 2018 (Edición original de 2004). 144 páginas.  A partir de los 8 años de edad.

A veces, los lugares más insospechados son el mejor escenario para que tengan lugar las experiencias más potentes y al mismo tiempo más devastadoras.

Rita, Hugo y Yuri son tres amigos que van al mismo colegio y que se ven involucrados en un peligroso misterio que no están dispuestos a dejar pasar. Tal vez porque Hugo es hijo de un comisario de policía, pero sobre todo porque el problema afecta a una persona a la que los niños quieren mucho.

En primer lugar, los tres chicos tienen una peculiaridad que los acerca. Rita se comunica mediante notas escritas porque hace tiempo que se niega a hablar. A Yuri le falta mucha confianza en sí mismo y Hugo tiene la capacidad de relacionar las personas y las situaciones con un sabor y color determinados, pero que debe aprender a controlar su ira.

Cuando una día llegan a clase y se encuentran con el cadáver de Delia, la conserje que además de dar muy buenos consejos a Hugo tiene una relación especial con todos los niños. Por este motivo, los chicos sienten que tienen que llegar hasta el final del asunto.

Los tres amigos se reúnen al final de clase e inician una investigación que les lleva a conocer a Vicenta, una vecina de Delia que se encarga de regar una planta de Delia y les cuenta muchas cosas de su querida conserje que los niños ignoran.

La gata de Delia también juega un importante papel y solamente es capaz de comunicarse con Yuri, cosa que le hace sentirse muy importante y útil.

Todas las pistas les llevan hasta Hortensia, la mejor amiga de Delia que está en una residencia de ancianos contra su voluntad. Por lo visto, el hijo de Hortensia desea quedarse con todo lo que posee su madre antes de tiempo y Delia lo sabía. Este parece ser el meollo de la cuestión. Hortensia se lo contó todo a Delia y ahora a los chicos que consiguen hablar con un notario para que demuestre que el hijo de Hortensia falsificó informes que ponían en duda el buen estado mental de su madre.
Una historia tremendamente original narrada en primera persona por Hugo y que, además de leerse muy bien, destaca valores como la amistad, la confianza en las personas mayores, el aprecio de uno mismo y la comunicación pese a todo. Los tres chicos se embarcan en una peligrosa aventura para averiguar qué le ocurrió exactamente a una mujer a la que admiraban y respetaban. Durante el camino, se conocen mejor, se enfadan entre ellos y descubren que mientras algunas personas actúan en su propio beneficio otras, en cambio, están llena de bondad y sabiduría.

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